USMCA: Los detalles | #AnálisisIntercam

Finalmente se ha logrado un nuevo acuerdo de libre comercio en América del Norte y se han publicado algunos detalles de los textos que lo conformarán. No hay sorpresas con respecto a lo que se anunció cuando se alcanzó el acuerdo bilateral entre México y Estados Unidos, los cambios a capítulos ya existentes en el TLCAN son puntuales y no sugieren un cambio radical en la manera de comerciar dentro de la región (a excepción del sector automotriz, que sufrió los mayores cambios; revisar documento Sector Automotriz – Avanza el nuevo acuerdo USMCA, del 1 oct. 2018). La inclusión de nuevos capítulos e industrias dentro del libre comercio representa importantes oportunidades de crecimiento en estas industrias a nivel regional.

Vigencia

Se espera que el acuerdo sea firmado a finales de noviembre (día 29 o 30) por los tres Presidentes de la región, después de una revisión de alrededor de sesenta días en la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. Después, pasará a los congresos nacionales para su discusión y su aprobación.

Esperaríamos que el acuerdo sea aprobado en la primera mitad de 2019 y entre en vigor en la segunda mitad de ese año. El acuerdo contempla la entrada en vigor para el primer día del tercer mes después de que cada país haya enviado notificación por escrito de su ratificación.

El USMCA tendrá una vigencia de 16 años. A más tardar a los seis años de la entrada en vigor, se reunirá una Comisión conformada por ministros representantes de los Estados para revisar de manera conjunta los resultados del acuerdo y discutir propuestas de cambios o acciones presentadas por los miembros. El acuerdo podrá renovarse de manera automática si la Comisión acuerda continuar con el mismo a través de cartas firmadas por los jefes de Estado de cada país. Si no es así, a partir del sexto año la Comisión se reunirá cada año hasta la terminación del acuerdo, buscando soluciones a los desacuerdos.

La Comisión convocará revisiones cada seis años, a partir de la entrada en vigor o la última renovación del acuerdo. Si uno de los países decide terminar el tratado, éste permanecerá vigente para los otros dos, y tendrá que enviarse notificación de intención de salida, la cual no se hará efectiva sino hasta 6 meses después del aviso. Este mecanismo es resultado de la petición de una ‘cláusula sunset’ exigida por EE.UU. que fue modificada para mantener la certidumbre comercial y de inversiones en la región. Sin duda, un aspecto positivo del acuerdo que permite su constante actualización y discusión sin generar incertidumbre.

Agricultura

En el capítulo de agricultura no hubo cambios a las disposiciones de libre comercio en la región. No se incluyen cuotas a exportaciones y se mantiene el compromiso de eliminar subsidios a la exportación agrícola. Además, se crea un Comité que da seguimiento a las disposiciones del acuerdo; y se incluye a la Biotecnología dentro del capítulo, con mecanismos de cooperación y consultas dentro de este tema.

Solución de Controversias e Inversión

El capítulo 19 del TLCAN original se mantiene prácticamente sin cambios. Se conservan los mecanismos de solución de controversias y los paneles bilaterales para dirimir disputas que EE.UU. presionó por abolir. Se actualizaron algunas disposiciones y lo único que cambia es el nombre y número del capítulo, establecido ahora como Capítulo 31. Solución de Controversias. En cuanto al capítulo 11 sobre protección a la inversión también se mantiene lo esencial: estándares mínimos de trato a las inversiones, tratos preferenciales, disposiciones de compensación en caso de expropiación y limitantes a la nacionalización, y libertad de flujos de capitales e inversiones.

Se actualizaron disposiciones para garantizar mayor transparencia en los procedimientos y se permite la aplicación de las reglas más recientes para arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas para el Comercio Mercantil (UNCITRAL). La protección a la inversión se conserva mediante dos instrumentos bilaterales México-EE.UU. que funcionan como mecanismo de solución de controversias en inversiones para las industrias de hidrocarburos y gas, generación eléctrica, telecomunicaciones, infraestructura y transportes. Uno de los instrumentos protege específicamente contratos adquiridos con el gobierno. Mecanismos que mantienen la certidumbre en las inversiones dentro de sectores importantes para el país.

Nuevos capítulos

Finalmente, el USMCA agrega nuevos capítulos que incluyen a industrias con importante potencial de crecimiento. La inclusión de estos sectores beneficia a México en tanto que podrían elevar los niveles de inversión en el país y elevar el nivel de competencia que mejore el acceso a bienes y servicios para consumidores. Los capítulos más relevantes son: energía, comercio digital, servicios financieros y telecomunicaciones.

El Comercio digital entra al acuerdo de lleno

El capítulo de energía fue el que se abrió con mayor cautela. El texto del USMCA integra una disposición que reafirma el respeto de la soberanía de México sobre los hidrocarburos y su facultad de regular el mercado y modificar leyes. De esta manera, le permite al gobierno mexicano realizar cambios en la regulación del mercado energético mexicano (límites de exportación, importación, reglas para los participantes y funcionamiento del mercado) independientemente de si estos cambios contravienen las disposiciones de libre comercio. Si bien el capítulo establece que las regulaciones y cambios en las leyes deben estar en línea con principios internacionales y se protegen los contratos ya existentes, el gobierno conserva facultades importantes en la regulación del mercado de energía. Los riesgos de que la apertura energética pueda descontinuarse o desacelerarse se mantienen vigentes; aunque no puede echarse para atrás lo ya avanzado.

El Comercio digital entra al acuerdo de lleno, bajo disposiciones que regulan su funcionamiento (protección de datos personales y protección al consumidor, aranceles aduaneros, no discriminación de productos, libre flujo de información) y se establecen esquemas de cooperación en ciberseguridad, protección de propiedad intelectual e impulso al crecimiento del sector. En servicios financieros se abre paso a la prestación de servicios transfronterizos (no se requiere, por ejemplo, el establecimiento de la entidad en un territorio específico para poder operar; aunque se mantiene el derecho de los gobiernos para establecer la regulación que debe acatarse). Y en telecomunicaciones se abre el mercado con disposiciones que evitan prácticas monopólicas; se funda un Comité para discutir temas de interés común en la industria regional; y se instaura un mecanismo de solución de controversias dentro de la industria.

Conclusión

El nuevo acuerdo en general es positivo. A diferencia de lo que estimábamos en principio, las reglas generales no cambian de manera importante- a excepción del sector automotriz. En este sector en particular, si bien hay ajustes de consideración, pensamos que dan holgura suficiente para poder hacer los cambios necesarios y no irrumpir las cadenas de suministro entre México, Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, lo que nos parece más relevante es la eliminación de la incertidumbre en torno a las relaciones comerciales entre México y su principal socio comercial.

Desde el 2016 las inversiones en México han estado frenadas por la falta de certeza en cuanto al tratamiento de las exportaciones de productos mexicanos hacia Estados Unidos, y más relevante aun a las inversiones de capital dirigidas a atender ciertas industrias. El gran lastre para la economía mexicana ha sido la falta de inversión- pública y privada- y en ese sentido ahora que se conoces los detalles de la nueva relación comercial entre estos tres países esperamos que se detone un nuevo ciclo de inversión que acabe por apoyar el crecimiento de la economía mexicana.

Adicionalmente, pensamos que hay poco espacio para que el peso continúe depreciándose. Uno de los tres factores que afectaba al tipo de cambio era precisamente la falta de certeza en las relaciones comerciales, porque la válvula de escape es precisamente el tipo de cambio. Si bien todavía existen dos factores que continuarán incidiendo en el tipo de cambio que son: políticas públicas de la nueva administración y la velocidad de la restricción monetaria en Estados Unidos, pensamos que en los siguientes 15 meses pudiéramos ver a un tipo de cambio mucho menos presionado y no esperamos que rebase los $20 pesos.

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