Patricia Berry: Del block de notas sale un muégano!

Vaya semanas que hemos vivido en el mundo financiero!

Empezó el año, y también empezaron a ocurrir todo tipo de cosas; cosas que, cada una, es toda una historia. Pero aquí tenemos algunos apuntes recientes de varias de ellas:

1) Grecia – entre que sale y se queda

Finalmente se llevó a cabo la elección de un nuevo gobierno y, como se temía, el partido ganador fue Syriza, y Alexis Tsipras es la cabeza del partido y el nuevo Primer Ministro. La promesa de campaña fue, al precio que fuera, dejar a un lado los programas de austeridad impuestos por la Troika a cambio del paquete de rescate financiero, negociado desde 2011, e implantar medidas encaminadas al crecimiento.

Desde el primer día de su mandato, Tsipras comenzó con la cancelación de ventas de activos del gobierno que se estaban ya licitando. Al mismo tiempo, inició una especie de diálogo con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (quienes se dicen más que dispuestos a retirar la ayuda si Grecia no cumple con los compromisos de austeridad y reformas), para modificar las bases del acuerdo, y han propuesto un intercambio de los créditos vigentes por bonos que pagarán intereses con base en el crecimiento de la economía.

Como es costumbre en Europa, las propuestas y respuestas van y vienen, pero hasta ahora no hay otra alternativa sobre la mesa. Mientras tanto, lo que sí ha ocurrido es que el Banco Central Europeo anunció que ya no aceptará bonos griegos como colateral de créditos, cerrándole la puerta de financiamiento a la banca griega, y dándole otra vuelta a la tuerca de la presión sobre el gobierno de Tsipras.

El temor principal con Grecia siempre ha sido que no acepte ninguna condición de parte de la Troika y prefiera abandonar la Unión Monetaria. El siguiente paso es una incógnita – a Grecia probablemente le iría muy mal por un buen tiempo, pero sólo nos podemos imaginar posibles implicaciones para la Unión Europea en términos políticos, económicos y financieros – realmente no se sabe qué pasaría porque los creadores y los actuales líderes nunca consideraron esta posibilidad, y no hay un mapa que trace el camino.

En los mercados, los problemas de Grecia y la posibilidad de que abandone la Unión Monetaria se han convertido en otro factor de presión a la baja para el euro, y han impulsado las tasas de los bonos griegos al alza, arrastrando en alguna medida a los bonos del resto de los bonos de la periferia de Europa. La bolsa griega, desde luego, se ha desplomado, pero el resto de las bolsas europeas no han quedado totalmente margen del incremento en riesgo, y los precios resienten cada vez que se conocen anuncios negativos. Al final, en lo que a Grecia se refiere, la reacción de los mercados está bastante limitada a los mercados locales de bonos y acciones, quizá porque a estas alturas se descuenta que los efectos de la salida de Grecia de la Unión no serían tan profundos, gracias a las reformas que ya se han implantado.

2) El petróleo – en la resbaladilla o en el suelo

Es evidente que la debilidad de los precios de las materias primas se debe, en primer lugar, a la falta de demanda robusta a nivel global, toda vez que el crecimiento económico sigue siendo muy bajo en casi todo el planeta, pero empezando por China, el principal consumidor de la mayoría de estos bienes. Otra parte de la debilidad se la debemos a la fortaleza del dólar, que encarece los precios de las materias primas para todos los países con monedas que se han depreciado, que son prácticamente todos excepto Estados Unidos. Específicamente, la debilidad del precio del oro también proviene de la ausencia de los riesgos de los que normalmente nos protege, que incluyen presiones inflacionarias en el mundo, debilidad del dólar, o conflictos geopolíticos realmente graves.

Actualmente, sin embargo, la atención se concentra en el destino de los precios del petróleo porque aquí están involucradas otras cosas, como el boom de petróleo shale en Estados Unidos, que está permitiendo dos cosas importantes: 1) que, por primera vez, se vea como una realidad la independencia energética del mayor consumidor del mundo; y 2) que los países de OPEP, pero sobre todo Arabia Saudita, vea a Estados Unidos como un competidor serio en la lucha por participación de mercado.

Un Estados Unidos autosuficiente en energéticos, automáticamente significa abundante producción y un exceso de oferta de petróleo en el mercado. Además, tenemos a Rusia forzada a producir a toda su capacidad porque se encuentra en severos problemas financieros y económicos por las sanciones debidas al conflicto por Ucrania. Venezuela no canta mal las rancheras y, aunque no enfrenta sanciones, no tiene ingresos más que por su petróleo. Varios países de Medio Oriente, bajo riesgo por los militantes islámicos o en guerra interna, o ambos, también se ven en la necesidad de producir lo más posible. Y queda Arabia Saudita, quien históricamente ha jugado el papel de fiel de la balanza, recortando o aumentando la producción, según se necesite.

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Al parecer, actualmente ocurre que Arabia Saudita no quiere perder participación de mercado, y posiblemente también quiere compartir papel de equilibrador del mercado. Y ambos objetivos llevan a Estados Unidos.

Mientras todo esto sucede, también ocurrió que falleció el Rey Abdullah de Arabia Saudita, gran aliado de Estados Unidos, y fue sustituido por su hermano, el nuevo Rey Salman, quien lo primero que dijo fue que todo seguía igual con respecto a la política petrolera de Arabia. La realidad, sin embargo, es que el Rey Salman ya está platicando con el Presidente Obama sobre la amenaza de los militantes islámicos a la región y sobre el petróleo. Posiblemente tarden en llegar a un acuerdo, o lo hagan en silencio, pero no suena para nada descabellado que algo se logre.

Mientras tanto nosotros empezamos a ver cambios en el comportamiento del petróleo en el mercado. Desde septiembre, y hasta enero, lo único que hizo el crudo fue bajar de precio consistentemente, sin importar nada de lo que sucediera o se dijera. Pero últimamente, el precio rebota tras comentarios de que empiezan a cerrarse pozos en Estados Unidos que se han vuelto incosteables, cuando se publican cifras económicas positivas o sucede algo en China que impulsa el crecimiento. De la misma forma, el precio vuelve a caer con números malos o incrementos en los inventarios de Estados Unidos. El caso es que los precios ahora se están moviendo mucho más en función de la información que va saliendo, y esto puede significar que se ha llegado a un piso (alrededor de $45 para el WTI, $48 para el Brent y $40 para la mezcla) y se está entrando en un proceso de estabilización.

El simple hecho de que el petróleo deje de caer probablemente tendrá un efecto en el resto de los mercados, empezando por beneficiar a las monedas de los países petroleros, y uno de estos es México.

3) …y que se decide China!

PBv3d-3La economía china ha permanecido en una tendencia de desaceleración desde hace más de un año. Trimestre con trimestre, las cifras decepcionaban, y los inversionistas acababan alegrándose porque veían cada vez más cerca la implementación de medidas de estímulo. Trimestre con trimestre se equivocaban.

La paciencia de las autoridades chinas tiene su razón de ser. Las reformas que pretenden y la transformación de una economía de exportación a una más equilibrada, de consumo interno, no se puede lograr más que en el tiempo.

La desaceleración de la economía china parece que ya desesperó hasta a las propias autoridades, y comenzó a vislumbrarse en octubre del año pasado, con los resultados del 3T. En noviembre, el banco central acabó por reducir las tasas de interés y dar un pasito más en su liberalización.

Esta semana, el PBOC tomó otra decisión y bajó los requerimientos de reservas de los bancos, liberando más recursos para dar créditos. Para los grandes bancos, los requerimientos bajaron de 20% de los depósitos, a 19.50%, más y para bancos que atienden a PyMES o al sector agrícola.

El gobierno venía insistiendo en que no utilizaría medidas de estímulo masivo desde hace mucho tiempo, así que este cambio a implementar medidas de estímulo masivo es importante porque significa que el gobierno ha llegado a su límite. Aparentemente, 7% es el crecimiento mínimo que las autoridades están dispuestas a tolerar.

La reacción en los mercados realmente no fue lo que se hubiera pensado, quizá porque están ocurriendo tantas otras cosas al mismo tiempo, y porque la decisión parece ser un proceso, más que una decisión de tajo. Pero no por eso deja de ser un cambio importante que, de entrada, debe contribuir a que las materias primas encuentren un piso.

4) El Fed y el cuento de la mitad del año

PBv3d-4El Fed no ha dicho ni hecho mucho en estas últimas semanas. Los datos de la economía mostraban cierta debilidad de inicio del año hasta hoy, que se publicó un reporte de empleo verdaderamente estelar. Entre los datos económicos tibios, la inflación a la baja y los aconteceres europeos, la expectativa del alza de la tasa del Fed se había movido ligeramente hacia finales del, en lugar de julio, y se empezaban a acumular analistas que piensan que el alza se pospondrá hasta 2015. La clara mejora del mercado laboral que refleja el reporte de hoy, de golpe regresó esas expectativas a junio, con lo que se reforzó la fortaleza del dólar aún más.

Por lo pronto, los próximos 24 y 25 de febrero se llevará a cabo la comparecencia de Janet Yellen ante el Congreso de Estados Unidos para escuchar su testimonio sobre la situación de la economía.

La especulación sobre cuándo actuará el Fed ha tenido a los mercados en ascuas, pero aguantando la tendencia a la baja de las tasas de interés de los bonos y al alza en las bolsas, y hoy cambiaron estas propensiones, por lo menos temporalmente: las tasas repuntaron, mientras las bolsas titubean, sin alcanzar nuevos máximos desde diciembre.

5) Banco Central Europeo – de efecto prolongado

El programa de estímulo cuantitativo del BCE resultó ser el inicio de una especie de guerra de devaluaciones, a través de bajas en las tasas de interés.

PBv3d-5El toque de inicio lo dio el Banco Nacional Suizo, que desde 2012 venía comprando euros en el mercado para evitar el fortalecimiento excesivo del franco. Pero ya con tasas de interés negativas, para desalentar la inversión en Suiza, de plano dejó de intervenir en el mercado cambiario aún antes de que el ECB anunciara nada, previendo el alza del franco. Dinamarca, cuya corona danesa también se venía apreciando frente al euro, fue el segundo país en bajar la tasa de interés, no una, sino 4 veces en menos de un mes. Y así siguieron bajando las tasas en Rumania, Rusia, Turquía, continuaron en Asia con Singapur, Australia, China, Malasia, Nueva Zelanda e India, y en América ha bajado su tasa Colombia. Para terminar con el planeta, otros países, como Brasil, Suecia, Noruega, o Tailandia, han amenazado con suavizar más su política monetaria en el futuro cercano.

A nosotros nos parece que los países que han decidido bajar su tasa realmente lo necesitan para impulsar el crecimiento y alentar la inflación, cuya baja se está convirtiendo en un problema cada vez más serio, y no sólo para ganar competitividad en el comercio internacional.

La realidad es que, tres semanas después del anuncio del Banco Central Europeo, el mercado de divisas sigue resintiendo enormemente la nueva política de estímulo de Europa, y respondiendo en consecuencia. Las tasas de los bonos en todo el mundo han venido bajando hasta hoy, que se publicó un excelente reporte de empleo de Estados Unidos de enero. Y, finalmente, desde diciembre pasado, las bolsas no han podido alcanzar nuevos récords en ningún lado.

Total, la situación por la que atravesamos actualmente como inversionistas parece un delicioso muégano: muchos pedacitos que hacen el todo, aparentemente unidos por caramelo pegajoso que, sin embargo, se desprenden con relativa facilidad. Y lo que acaba ocurriendo es que de cada respuesta surgen más y más preguntas, y el panorama se empaña en lugar de despejarse.

Ante tanta incertidumbre, resulta muy difícil diseñar una estrategia de inversión. Nos parece que las primeras señales de luz empiezan a aparecer en el comportamiento del precio del petróleo, pero aún es demasiado pronto para saberlo.

Recomendamos, pues, mantener los portafolios diversificados con 20% en acciones, 10% en bonos mexicanos y 70% en efectivo, aún en pesos.

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