#OpiniónIntercam: El 9M nos para a todos

Por Alejandra Marcos, directora de Análisis y Estrategia en Intercam Casa de Bolsa.

El 9 de marzo las mujeres tenemos una cita con México y con nuestro destino. El 9M, más allá de invitar a un paro nacional en el que ninguna mujer se presente a sus labores, ni en las escuelas, en las universidades, ni comprando, ni en la calle, es un llamado contundente y pacífico para que nuestro silencio sea la voz que obliga a escuchar y nuestra ausencia haga notar la importancia de las mujeres en el país. Es un movimiento, que dada la falta de equidad en la que vivimos, permitirá tener claro que si las mujeres paran, se para todo.

Si todas las mujeres decidiéramos sumarnos al paro el 9 de marzo, las pérdidas económicas serían por el orden de mil 300 millones de dólares o más de 27 mil millones de pesos.

De acuerdo con datos del INEGI y la última encuesta ENOE, el 51.7 por ciento de la población del país son mujeres. De la población económicamente activa las mujeres representan el 39.57 por ciento del total, siendo los sectores de servicios y comercio conformados en su mayoría por mujeres, mismos que representan el 60 por ciento de nuestra economía. Las dependencias del gobierno tienen un 40 por ciento de empleadas mujeres. Las microempresas, que representan el 80 por ciento de las empresas de nuestro país, están conformadas en más del 45 por ciento por mujeres. En el 2019 la economía de México ascendió a 1.28 billones de dólares. Si todas las mujeres decidiéramos sumarnos al paro el 9 de marzo, las pérdidas económicas serían por el orden de mil 300 millones de dólares o más de 27 mil millones de pesos. Una cifra bastante significativa.

En 1975 en Islandia surgió un caso similar, en donde el 90 por ciento de la población femenina hizo un paro. Fue un día que marcó la diferencia para aquel país. El paro cambió por completo la manera de pensar de los islandeses y dejó a la vista el papel de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. El país sintió la diferencia, cerraron varios lugares, hubo hombres que tuvieron que llevarse a sus hijos al trabajo (los que lograron llegar), otros que se encargaron de las tareas del hogar y otros de las personas dependientes. Hoy, Islandia está a la cabeza de la lista de los mejores países para que vivan las mujeres.

El 9M no es una bandera de derecha ni de izquierda, no tiene tintes políticos ni religiosos, es un movimiento para y por las mujeres, sin vínculo alguno a creencias, situación económica, situación civil, o preferencias sexuales, es un acto de civilidad y humanidad para mostrar evidencia innegable sobre lo valiosa que es la vida de las mujeres y su aportación a nuestro país. El 9M es un llamado a tomar un compromiso real como sociedad para combatir la condición de desigualdad a la que durante años nos hemos enfrentado y construir juntos un mejor entorno.

La violencia y desigualdad de género es una condición que ha permanecido en México por generaciones. Va mucho más allá de los crecientes feminicidios, tiene mayores implicaciones que incluye un alto a la “normalización” de la violencia en contra de las mujeres, violencia que surge ¡por el solo hecho de ser mujeres! Y que implícitamente parece afirmar que es permitido violar, matar, sobajar, violentar a las mujeres. Imaginar que estas situaciones cambiarán de la noche a la mañana, es difícil de pensar, dar los pasos necesarios para que sea posible, debe ser nuestro compromiso como sociedad.

El paro puede significar un parteaguas en la vida de México, y en pro y para los derechos de la mujer.

Más allá de descalificaciones o incomodidades gubernamentales por cualquier cosa que salga de su control. Tenemos la responsabilidad y derecho a ejercer nuestra libertad y enaltecer lo que la sociedad civil organizada puede lograr para el bien común.

La suma de empresas de distintos tamaños, iniciativa privada, sector financiero, escuelas y universidades privadas, dependencias de gobierno y gobiernos estatales, son muestra imparable de lo que podemos lograr. Podemos hacer el cambio, un cambio que modifique la cara de nuestro país. Podemos reinventarnos como sociedad civil, comenzar a sembrar un país más justo, menos violento, más organizado, capaz de exigir y de educar y en el trayecto dejar claro que el 9M es un llamado urgente y legítimo a cambiar para mejorar.

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Colaboración para El Financiero.

Fuente: Alejandra Marcos, Directora de Análisis y Estrategia de Intercam Casa de Bolsa.

Síguela en Twitter: @alemarcosi

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