Nuestro “psicoanálisis” económico
Georgina muñiz
Monedas
Después de que en los primeros días de la semana, el dólar/euro llegara a su nivel más alto en un mes de operación, cerca de 1.26, la divisa volvió a perder terreno llegando el viernes a la zona de apoyo en 1.22, el punto más bajo desde el tercer trimestre de 2015.
Sin embargo, las condiciones de los indicadores son positivas, pues desde el mínimo previo en 1.237 no acompañaron al movimiento y con las divergencias positivas, desde zona de sobreventa, están apuntando a la posibilidad de una recuperación más importante.
De más plazo, no obstante, no hay que olvidar que la tendencia que prevalece es negativa, por lo que los rebotes o las recuperaciones más importantes, deben ser tomados como descansos dentro del movimiento de baja; es decir, una pausa para luego seguir bajando.
Lo anterior va en línea con la expectativa de que el Banco Central Europeo, tomará medidas en los primeros meses del año que entra para apuntalar a la economía de la región, lo que significaría mayor inyección de dinero.
Además, un rompimiento a la baja del apoyo en 1.22, abriría la posibilidad de que en el corto plazo se alcanzara el 1.20 dólares por euro antes de un nuevo intento de recuperación.
El peso/dólar sufre por todos los frentes, y se sigue presionando ya sea por la debilidad del precio del petróleo, o porque el dólar de Estados Unidos es la moneda de refugio en etapas de volatilidad internacional como la actual.
Como sea, se ubica en los primeros días de la semana llegó a los niveles máximos desde la crisis de 2008-2009, sin referencias técnicas de techo más que los máximos de esa etapa de turbulencia por encima de los 15.0 pesos por dólar.
Los indicadores están en extremo de sobrecompra y es obvio que está la puerta abierta para un descenso significativo. No obstante, ahora tendría que romper un primer nivel de apoyo en 14.30 a la baja, para pensar en un movimiento de apreciación interesante.
Con todo y todo, esta situación de corto plazo, no ha eliminado el escenario de apreciación para el año entrante.
Tasas
Si bien los días recientes han sido de rebote para las tasas de Estados Unidos, en línea con el escenario de inicio de ciclo de alza en la tasa de referencia, no se han alcanzado a superar niveles técnicos calve que apunten a que la tendencia ha cambiado, por lo menos la de corto plazo.
La tasa del bono a 10 años no ha logrado superar un primer techo en 2.3%, y mientras no lo haga mantiene abierta la puerta para un descenso a la zona de mínimos en 1.9% en los siguientes días.
Claro está, la inercia es de superación de ese techo y si lo logra, extendería el avance a 2.45% en primera instancia, aunque en medio de un escenario de avance de corto y mediano plazo.
Las tasas mexicanas continúan desligadas al desempeño de las de Estados Unidos, y han absorbido rápidamente la mayor parte de lo perdido en semanas previas.
La tasa del M2024, aún antes de conocer el comunicado del Fed del miércoles, ya mostraba señales de descenso al no poder superar al cierre al máximo de octubre en 6.25%.
A partir de ese nivel ha regresado a la zona de 5.9%, con posibilidades de validar al mínimo en 5.75% en el corto plazo.
Las señales de corto plazo para la tasa apuntan a un comportamiento lateral en un rango relativamente acotado, aunque dadas las condiciones de fragilidad en el entorno no hay que descartar un nuevo rebote.
Bolsas
El rebote de los días recientes del S&P500 ha ayudado a absorber casi todo lo perdido en la toma de utilidades, y no se puede descartar que efectivamente los índices hayan tocado piso y venga otro avance sólido y duradero.
Es bueno que el repunte haya propiciado que el índice rompiera al alza a los niveles clave de resistencia que la semana pasada eran apoyos. En específico el nivel de los 2220 puntos. Ahora la zona a vencer está en 2080 que es el máximo previo.
Sin embargo, hay señales de fragilidad todavía en los indicadores de velocidad que apuntan a que aún es alto el riesgo de que este rebote sea temporal. Los indicadores semanales, tienen una calar dirección a la baja y amplio margen de retroceso.
Lo que confirmaría el escenario negativa sería que un nuevo ataque especulativo, el S&P volviera a romper al apoyo en las1970 unidades.
Para la bolsa mexicana la situación es muy similar. De inicio el rebote pudo con la resistencia en 41,500 unidades, y está acercándose al techo clave en los 43,000 puntos. Si puede superarlo se reunirían las condiciones para ver un nuevo avance a máximos históricos, pero si no puede otra vez bajaría a probar al apoyo en 40,000.
Nuestro mercado no ha sido defensivo ante la volatilidad externa, pues cayó en mayor magnitud que otros emergentes y que los desarrollados. No se puede aislar de la incertidumbre internacional, por lo que seguirá altamente dependiente de los mercados externos, sobretodo del resto de emergentes.
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