Mala semana termina

Aun cuando México recibió una mejora en su calificación crediticia la semana pasada –una buena noticia–, los indicadores económicos pintaron una situación preocupante.

     Primero, el último dato de la confianza del consumidor se desplomó a su nivel más bajo en casi cuatro años, y luego, Walmart de México y Centroamérica, la cadena de supermercados más grande del país, reportó el peor inicio en materia de ventas de al menos los últimos siete años, otro barómetro para medir el estado de ánimos de los mexicanos.

     Ambos indicadores, dejaron en claro que el motor doméstico, un elemento crucial para que México pueda retornar a tasas de crecimiento de entre 3.5 y 4%, está, en estos momentos, apagado.

 

     De ahí que al menos el reporte que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre la evolución de los precios al consumidor el mes pasado fuese, a pesar de su fuerte ritmo de expansión (0.89%), un elemento favorable del desempeño económico del país. La inflación de enero, en términos generales, fue menor a la esperada (0.96%).

     Si esa tendencia se repite en las próximas semanas o meses, podría pensarse que el gasto privado regresará más pronto que tarde. Los consumidores, al ver menores alzas de precio, podrían sentirse menos agobiados por esos incrementos. 

     Si así ocurre, la economía mexicana, que hace unos días sufrió la entrada en vigor de nuevos gravámenes a diversos productos como combustibles, bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico, podría comenzar a contar de nuevo con ese motor para crecer más rápido. 

     “El moderado avance de los precios en la segunda quincena es probablemente una señal de que el impacto de los nuevos impuestos se dio casi totalmente en la primera mitad del mes”, escribió el economista Arturo Vieyra, de Banco Nacional de México, o Banamex, en un reporte. “De hecho, resulta alentador que la tasa de crecimiento anual en la segunda mitad del mes registró un descenso significativo hasta 4.34%, desde 4.63% en la primera quincena de enero”.

     Actualmente, el único motor que al parecer está impulsando el crecimiento económico del país es el sector externo y dentro de éste el sector manufacturero.

     Si a esa industria, propulsada hoy principalmente por la recuperación económica de Estados Unidos, se suma un mayor consumo doméstico, que podría también reactivar la demanda y oferta de préstamos para el consumo, vehículos y vivienda, entonces los economistas creen que sería más probable que el país alcance la tasa estimada de crecimiento esperada para este año de 3.5%.

     En 2013 la economía mexicana registró un frenó al crecer entre 1.2 y 1.3%, un tercio de la expansión de 2012 de 3.9%. (La cifra oficial del crecimiento económico de México del año pasado la dará a conocer la Secretaría de Hacienda en unos días).

     El posible hecho que los consumidores vean que las alzas recientes de precios en refrescos, panes dulces, botanas y gasolina, se estabilizan y que no generan nuevas presiones inflacionarias que afecten otros precios ajenos a los nuevos impuestos, entonces la confianza del consumidor podrá comenzar a restaurarse y con ella el gasto privado.

     Los economistas incluso se mostraron favorablemente sorprendidos por la evolución que tuvieron los precios en enero, principalmente en la segunda quincena del mes, porque en un examen más detallado de las alzas de precios por categoría de productos pudieron corroborar que los aumentos se dieron precisamente en los bienes a los que el gobierno impuso nuevo gravámenes, y no en el resto.

     “Tasa de 2Q fue más baja que lo que se esperaba”, escribió Jonathan Heath, un economista privado, en su cuenta de Twitter. “Implica pocos efectos secundarios después del gran aumento en la 1Q”.

     Claro que para Heath, el alza menor a la esperada en los precios al consumidor pudo deberse a la debilidad en la capacidad de compra de los mexicanos. “Seguro que muchos empresarios optaron por no reflejar aumento costos, en sus precios al consumidor ante la debilidad de sus ventas”, agregó en Twitter.

     Eso podría comenzar a cambiar si la demanda interna comienza a repuntar en los próximos meses gracias a una inflación descendiente como parecen sugerir los resultados que arrojó el Índice Nacional de Precios al Consumidor sobre la evolución inflacionaria del país.

     También una inflación bajo control eliminará las posibles preocupaciones que podría tener Banco de México de que la evolución de los precios se saliera de control. Frente a ello podría estar más proclive a bajar su tasa de referencia para dar mayor impulso al crecimiento económico del país.

Eduardo García

 

*Las opiniones expresadas en este documento pertenecen únicamente al autor y no reflejan la posición u opinión de Intercam Grupo Financiero

Facebook Comments