El chisme en los mercados
¿Qué dice análisis?
En los mercados. Por: Patricia Berry
Con las cifras y los eventos que nos esperan en los próximos días, y tomando en cuenta la sensibilidad reciente de los mercados, cualquier cosa puede pasar. Como dicen en los aviones, estamos atravesando por un área de turbulencia, así que por favor permanezcan en sus asientos, con los cinturones abrochados.El chisme en los mercados
La semana pasada fue de muy pocos datos económicos en todo el mundo y ninguno de los realmente importantes. La preocupación principal sigue siendo la debilidad del crecimiento en las distintas economías, pero los temas que acaparan la conversación han cambiado ligeramente.
Los precios del petróleo ya no son algo que llame la atención, como en semanas pasadas. Algunos países de OPEP han aumentado la producción, pero al mismo tiempo ha seguido bajando en los países que no son miembros del cártel. Al final, los precios parecen estar en plena recuperación, hasta ahora, habiendo rebasado los 50 dólares por barril.
China publicó los datos de mayo de la balanza comercial, de la inflación y de las reservas, y todo parece seguir igual. Se ha perdido la ilusión de que China re-acelere su ritmo de crecimiento y ha sido reemplazada por un sentimiento de resignación.
En Europa se publicaron datos de producción industrial de Alemania, Inglaterra, España e Italia que mostraron mejoras en todos los casos, así que podemos considerar que hubo avances, si bien incipientes. Lo más destacado fue una conferencia de Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, en la que advirtió con vehemencia que la economía de la Zona Euro está en riesgo de sufrir daños permanentes si se mantienen tan débiles la productividad y el crecimiento. Hizo un llamado urgente a las autoridades de los distintos países a considerar la aplicación de medidas de política fiscal de estímulo porque las del banco central evidentemente no son suficientes.
En los mercados, siguieron concentrando la atención el Fed y el Brexit.
En el caso del Fed, están en período de silencio por la cercanía de la junta del miércoles 15, así que no hubo pronunciamientos por parte de los miembros del comité. Por otro lado, se publicaron muy pocas cifras económicas y sólo llamaron la atención una nueva caída de la productividad en el 1T16, y el índice de sentimiento del consumidor de la U. de Michigan, que resultó menos mal que lo esperado. En pocas palabras, no hubo nueva información que nos ayudara a anticipar la decisión del Fed.
Sin embargo, eso no detuvo las elucubraciones de los inversionistas y analistas, que han seguido dándole vueltas al asunto del alza de la tasa. Y es que hay varias opciones: El Fed puede subir la tasa una sola vez en el año, y la apuesta está en septiembre; aunque no están totalmente descartados julio y diciembre. El Fed puede subir la tasa dos veces en el año, una en julio y otra en septiembre, o en julio y diciembre, o en septiembre y diciembre.
El caso es que, por lo pronto, los economistas y operadores piensan que la tasa subirá en julio o septiembre, y otra vez en diciembre. Los mercados, por su parte, siguen sin creerle al Fed y, a través de los futuros de Fed Funds, le apuestan a una sola alza en diciembre, y hasta esa probabilidad viene bajando.
Al mismo tiempo, también sigue creciendo la expectación con respecto a la votación que se llevará a cabo en Inglaterra el día 23 de junio, en la que se decidirá si permanecen como miembros de la Unión Europea o si se salen.
Pareciera que para todos, excepto para los ingleses, es evidente que no les conviene salir de la Unión por el choque que significaría para su economía ahora y en el futuro. Todos los aconsejan, todos les piden votar por quedarse, todos les advierten de los peligros, pero son sólo los ingleses los que tienen que vivir bajo las reglas que les impone ser miembros, y a todas luces hay muchos que se sienten incómodos.
Esta semana que empieza, entonces, parece que será turbulenta. En Estados Unidos se publicarán varios datos importantes de mayo, como las ventas al menudeo, la producción industrial, los inicios de construcción de casas y la inflación, todos relevantes para la decisión del Fed. Y de China conoceremos los datos de crédito, producción, inversión y ventas al menudeo de mayo, con lo que tendremos una visión más clara de lo que la economía pudo haber avanzado en el 2T16.
Y, aparte de los datos, en estos días se llevará a cabo la reunión del Fed, en la que no se esperan cambios, pero que incluye conferencia de prensa y nuevos pronósticos de crecimiento de los miembros del comité. Con el Fed estaremos muy ocupados, por lo menos, hasta el miércoles por la tarde, y no podremos pasar por alto las reuniones de los bancos centrales de Inglaterra y Japón al día siguiente del Fed.
También en los próximos días, es muy posible que la preocupación por el resultado del referéndum británico crezca todavía más, porque las encuestas se han estado inclinando hacia la salida de Inglaterra de la Unión Europea. El monitoreo de las encuestas seguirá intensificándose, aunque las apuestas se mantengan a favor de la permanencia, y el nerviosismo tenderá a elevarse. Total que por datos y eventos no pararemos.
En los mercados, mientras tanto, todo lo que sucede ha elevado marcadamente la aversión al riesgo. El temor por el alza de la tasa de interés del Fed, o de que no suba porque la economía no está lo suficientemente sólida, el miedo por el efecto negativo que tendría la salida de Inglaterra de la Unión Europea, la preocupación por la falta de avances de la economía de Japón y la resignación a que la economía de China no se acelere en el corto plazo, se empiezan a mezclar con el shock y la percepción de riesgo que provoca Trump como candidato a la presidencia de Estados Unidos, para producir un grado de incertidumbre mayúsculo entre todos los involucrados en los mercados.
Esta incertidumbre y aversión al riesgo se está reflejando claramente en los flujos de inversión. Resulta que lo más destacado de la semana en el comportamiento de los mercados fue la baja de precios por salida de recursos de todo lo que significa riesgo – las acciones, las materias primas, los mercados emergentes – y el alza de todo lo que se considera refugio – el dólar, el franco suizo, el yen, el oro, y, sobre todo, los bonos soberanos de Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y Japón, los países más sólidos.
La compra de bonos ha llevado a las tasas a niveles sorprendentemente bajos: el JGB de Japón tiene una tasa de -0.15% y se encuentra en terreno negativo, el Bund de Alemania paga 0.022%, a punto de llegar a 0%, la tasa del Gilt de Inglaterra ofrece apenas 1.24%, y la del bono del Tesoro se encuentra en sólo 1.64%, ¡todos a 10 años!
Con las cifras y los eventos que nos esperan en los próximos días, y tomando en cuenta la sensibilidad reciente de los mercados, cualquier cosa puede pasar. Como dicen en los aviones, estamos atravesando por un área de turbulencia, así que por favor permanezcan en sus asientos, con los cinturones abrochados.
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