Carstens deja Banxico con tasa de 7%
La Junta de Gobierno del Banco de México decidió por unanimidad mantener en 7% el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en línea con las expectativas de los analistas. La decisión reafirma la pausa en términos de política monetaria restrictiva, pero el comunicado resalta un sesgo al alza en el balance de riesgos con respecto a la trayectoria esperada de la inflación.
El organismo espera que en lo que resta de 2017 la inflación general continúe exhibiendo una trayectoria a la baja y se acentúe en el próximo año. Sin embargo, esta previsión trae implícita la expectativa de un comportamiento ordenado del tipo de cambio y una reducción importante en la inflación subyacente. Pero se han elevado los riesgos que provocarían que no se cumplan estos supuestos.
Banxico teme que se registre una depreciación en la moneda nacional como respuesta a una evolución desfavorable en las negociaciones del TLCAN, o por una reacción adversa de los mercados al proceso de normalización de política monetaria en Estados Unidos. Además, considera que la posibilidad de un aumento desproporcionado (respecto a la productividad) en el salario mínimo para 2018 podría tener un impacto en la inflación, al elevar los costos unitarios de la mano de obra. Esto ha generado un sesgo al alza en el balance de riesgos con respecto a la trayectoria esperada de inflación.
Por lo tanto, el Banco de México seguirá de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo. Ante los riesgos, la Junta anunció que mantendrá una postura de política monetaria prudente para anclar las expectativas de inflación en el mediano y largo plazo, y lograr la convergencia de la inflación a su objetivo de 3% +/- 1. Esto nos lleva a pensar que no es del todo descartable una nueva alza en las tasas de interés si hay un repunte en la inflación dados los riesgos antes mencionados.
Banco de México estima que hasta la fecha la secuencia de choques a la que ha estado expuesta la inflación no ha generado efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios, reflejando las acciones de política monetaria implementadas hasta la fecha. Pero consideró que ante el entorno que enfrenta la economía mexicana, es importante que las autoridades mantengan la solidez de los fundamentos económicos.
Consideró que el balance de riesgos para el crecimiento está sesgado a la baja, dado que la incertidumbre con respecto a la negociación del TLCAN ha mantenido deprimida a la inversión y podría ser un factor que ha incidido en la caída del consumo.
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