Trump llega a la Casa Blanca
Análisis dice… Nuevamente, muégano de cosas – Parte 2. Por: Patricia Berry
Llegó el viernes y la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, en la escalera del Capitolio, en Washington DC.
El discurso de Trump fue muy diferente de cualquier otro que hayamos escuchado de un presidente de Estados Unidos. Fue un discurso oscuro, crítico de todo el establishment político de Washington, demócratas y republicanos por igual (que eran los que lo rodeaban en ese momento), y sumamente proteccionista. La frase que repitió una y otra vez, la actitud que promete predominar en su administración: “América primero,” y con eso dijo todo. Pareciera que la posición de liderazgo de Estados Unidos en el mundo, a partir de ahora, estará condicionada.
Al terminar la ceremonia del juramento y el desfile, Trump llegó a la Oficina Oval por primera vez, a firmar su primera orden ejecutiva, ordenando a las agencias suavizar las regulaciones relacionadas con Obamacare, el programa de salud. Siguió una comida con congresistas y luego una serie de bailes.
Durante las horas que duró todo esto, en las calles de la periferia hubo protestas que se volvieron violentas y terminaron en vandalismo, gas lacrimógeno y como 200 arrestos. En México tampoco faltaron las protestas en varias ciudades de la frontera y en instalaciones de Ford, mientras que López Obrador dijo que ¡ya basta! Y que está programando un tour por varias ciudades de Estados Unidos en febrero.
El sábado amaneció con una gran marcha de mujeres en protesta por las actitudes e intenciones de Trump en contra de sus derechos. Eran mujeres con sus familias de ambos partidos, de todos los caminos de la vida, de todos colores y de todos sabores. Esta marcha reunió a cerca de un millón de personas en Washington y se replicó en los 50 estados, además de Inglaterra, Francia, Alemania, otros europeos, México, por supuesto, algunos países asiáticos y hasta de Medio Oriente.
También el sábado, se anunció la visita de Theresa May en los próximos días, la reunión el 25 y 26 de enero de una comisión de México, encabezada por Videragay y Guajardo, con varios asesores de Trump en comercio y seguridad, y la visita de Peña Nieto el 31 de enero para hablar del TLC e inmigración. Evidentemente, esto quiere decir que lo primero que hará Trump como presidente será lidiar con México, su blanco más fácil: la renegociación del TLC y el muro en la frontera.
El sábado y el domingo, los primeros dos días completos de Trump como presidente, se las arregló para ofender a la CIA, pelear con los medios de comunicación por verdaderas tonterías – como que a su inauguración había ido más gente que a la de Obama, cuando hay fotos que muestran lo contrario – anunciar que no mostrará sus declaraciones de impuestos aunque termine la auditoría, y platicar con Netanyahu para alimentar la ansiedad entre los palestinos, jordanos y egipcios, ante el posible cambio de la embajada de EU a Jerusalén. Mientras tanto, su secretario de prensa y su principal asesora dijeron cualquier cantidad de mentiras.
Para el domingo en la mañana, todos los programas de análisis de noticias fueron tremendamente críticos de Trump, su equipo más cercano y sus intenciones.
Mañana y después
Todo parece indicar que nos espera una época de mucha turbulencia y avalancha diaria de información. Para empezar, se calcula que unos 8 candidatos a puestos de gabinete de Trump tendrán serios problemas para lograr la ratificación del senado.
En cuanto a los mercados, aún no tienen más información sobre las políticas de Trump y difícilmente van a reaccionar fuerte sin ella. Por lo pronto, este domingo en la noche, el dólar se debilita en Asia contra la mayoría de las monedas, incluyendo el peso.
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