Principales lineamientos del plan de negocios de Pemex | #AnálisisIntercam
El día de hoy se dieron a conocer los principales lineamientos del plan de rescate de Pemex, así como el presupuesto del 2020 que deberá de enviarse a la SHCP para integrarlo al presupuesto federal.
En conferencia de prensa, Octavio Romero, director general de Pemex explicó que los principales problemas estructurales de Pemex son tres: la elevada carga impositiva, el alto nivel de endeudamiento y la baja inversión. En ese sentido, señaló que del 2013 al 2016 la deuda de la petrolera se ha duplicado al pasar de 1 billón de dólares, a más de dos; al mismo tiempo que la caída en la producción ha sido importante.
Con esto en mente, el gobierno propone capitalizar a Pemex con recursos federales en los próximos tres años, y reducir la tasa impositiva. Se harán aportaciones de capital por parte del gobierno federal de 2019-2022, al tiempo que Dos bocas se hará con recursos públicos. Según la presentación expuesta, en 2019 la petrolera recibirá 66 mil millones de pesos. Para 2021, la cifra será de 38 mil millones y en 2022 de 37 mil millones de pesos.
Adicionalmente, se propone un cambio en la Ley de Hidrocarburos para reducir la tasa de utilidad compartida de manera gradual de 7% para el 2020 y 4% para el 2021. Para 2020 con la reducción de 7 puntos porcentuales del DUC se obtendrán para Pemex 58 mil millones de pesos, que se compensarán con una mejor recaudación. La tasa actual es de 65% con lo que la reducción planteada del 54% al 2021 le permitirá a la empresa contar con mayores recursos e invertirlos posteriormente. En 2021 Pemex tendrá equilibrio presupuestario. Para lograr esto, es clave la reducción de la carga fiscal de la empresa. Se prevé que exista una disminución de la carga fiscal para Petróleos Mexicanos de 128 mil millones de pesos hasta 2021.
El plan del gobierno contempla apoyos a Pemex en los primeros tres años, mientras que pasado ese tiempo espera que la petrolera contribuya al crecimiento económico del país. Se espera que con el plan, se recupere la producción de 1.6 millones de barriles diarios a la fecha a 2.7 para finales del sexenio.
Se contempla que la inversión pública se complemente con inversión privada a través de los llamados CSIEES (contrato de servicios), que retribuyen al privado por barril producido. A diferencia de los ‘farmouts’, la inversión privada no tendrá el beneficio en utilidades ni asumirá los riesgos de producción.
Se espera que más tarde se den a conocer los detalles completos de Pemex, pero mientras tanto los principales detalles que se han publicado sugieren varias interrogantes. Principalmente consideramos que el plan propuesto puede comprometer las finanzas públicas federales y podría complicar el objetivo de llegar a un superávit primario del 1% para este año. Lo anterior, basado en mayores recursos a la petrolera, menores ingresos para el gobierno desde Pemex, y una desaceleración en la economía mexicana que pudiera generar menores ingresos a la federación.
Además consideramos que, dentro de la problemática de Pemex, se encuentran los elevados costos operativos– ello sin incluir los financieros- por lo que deja un cabo suelto para elevar la productividad. Sin embargo, el plan de negocios reafirmó el compromiso de la empresa de enfocar la producción y exploración en aguas someras y áreas terrestres lo que deberá de mejorar los costos. Así mismo, también buscará que se reduzca el tiempo entre el que se descubre un campo y la primera producción de este, aunque no se mencionan las estrategias.
Las calificadoras estarán al pendiente del plan completo para poder dilucidar si se requieren mayores ajustes a las calificaciones crediticias del soberano, o de Pemex.
Mientras tanto, la reacción en los mercados ha sido bastante moderada con un tipo de cambio en niveles de 19.09 contra el cierre de 18.97.
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