Patricia Berry: “De la mano de Zeus”

Patricia Berry

Parece que los dioses están del lado de un nuevo rescate para Grecia. Sin embargo, el riesgo persiste.

Han sido meses de incertidumbre y las últimas semanas de un sufrido toma y daca. Noches en vela que dejaron a todos los negociadores – ministros de finanzas, ejecutivos del FMI y líderes – exhaustos, ojerosos y roncos de tanto alegar. Días de enojos y desencuentros, días de entendimientos y encuentros. Finalmente, el lunes 13 de julio se pusieron de acuerdo la Comunidad Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo con Grecia en un paquete de medidas que les permitirá iniciar las negociaciones de un tercer paquete de rescate financiero.

Lo primero que vino a la mente el lunes fue que, por lo pronto, GRECIA NO SALE DE LA UNIÓN MONETARIA!!!

Y lo segundo fue la vuelta en U de Tsipras, primer ministro de Grecia. A la mitad del ruedo se aventó una chicuelina digna de oreja del toro: después de organizar un referendo en junio, que ganó, rechazando una propuesta de condiciones del Grupo Bruselas a cambio de ayuda, ahora acepta otra propuesta, que tiene todas las mismas condiciones que la de junio, y más!
Cosas de la vida.

El proceso para el rescate

Todo lo que se ha dicho y escrito sobre el problema de Grecia al final ha dejado algunas dudas y confusiones sobre los procesos.

Grecia obtuvo dos paquetes de rescate, en 2010 y 2012, cada uno por miles de millones de euros, y ambos con condiciones, como ocurrió en todos los programas de ayuda. En ese entonces, Grecia se comprometió a aplicar una serie de medidas de austeridad para reducir el gasto del gobierno, y a realizar varias reformas muy importantes, que a la larga le permitirían crecer sanamente y reducir su deuda. A lo largo del plazo del financiamiento, debía cumplir, también, con ciertas metas de reducción de su déficit y su deuda.

Grecia no cumplió con los compromisos del primer rescate a cabalidad y se necesitó otro, con los que tampoco cumplió completamente. Al aplicar el programa a medias, el país sigue teniendo deudas enormes, está en recesión desde hace 6 años y el desempleo es del 25% de la población activa, y de 50% entre los jóvenes. La verdad, no parece que sea la receta de condiciones de las instituciones lo que no funciona, porque España y Portugal ya están en camino de recuperación, sino el que el programa no se ha aplicado como es debido.

El caso es que la deuda de Grecia nuevamente se volvió insostenible, y surgió la necesidad de un tercer rescate. Pero, para llegar a la negociación de este tercer rescate, hay varios pasos a seguir:

1. Solicitar la negociación del rescate a la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, cosa que Grecia hizo hace más de un año, bajo otro gobierno conservador.

2. Las instituciones, la Troika, o el Grupo Bruselas (los tres nombres que se utilizan para el grupo de acreedores), de entrada, establecen algunas condiciones de disciplina fiscal y reformas que el gobierno se debe comprometer a aplicar en el corto plazo, a cambio de apenas considerar abrir la negociación de un rescate. La propuesta de estas condiciones es lo que se ha estado tratando de acordar los últimos meses.

3. El gobierno de Grecia tuvo que obtener la autorización del parlamento para empezar a aplicar estas medidas, y seguir adelante con el proceso de negociación del rescate.

4. Cada uno de los gobiernos de la Unión Europea, también debe obtener autorización de su propio parlamento para seguir adelante con la negociación, mientras que el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional deben seguir sus protocolos de autorización.

5. Una vez que todos los parlamentos y las autoridades del BCE y del FMI den su autorización, se establecerá un calendario para negociar un nuevo rescate para Grecia.

6. A las condiciones ya establecidas, se le añadirán otras medidas, montos, metas, esquemas de supervisión, etc, y todo se tendrá que ir negociando.

7. Grecia deberá comprometerse a cumplir con todo.

8. El plan final tendrá que ser aprobado nuevamente por todos los parlamentos para que pueda iniciar el desembolso del dinero.

Actualmente está terminando el paso 4. El lunes se acordaron las condiciones, el miércoles pasado, el parlamento griego aprobó la propuesta, ayer jueves el BCE anunció que ampliará la ayuda de liquidez a la banca de Grecia, el FMI no ha tenido problema, los parlamentos de los países han venido sosteniendo reuniones de emergencia para considerar y aprobar las negociaciones, y hoy dio su voto afirmativo el parlamento de Alemania, el hueso más duro de roer.    

Es un proceso largo y tortuoso, pero, después de todo, se trata de prestarle miles de millones de euros a un país; y más en este caso, que el país es Grecia, y es la tercera vez que necesita ayuda.

El acuerdo preliminar

La ayuda que proponen para Grecia es por 86 mil millones de euros a lo largo de 3 años. Las negociaciones tomarán tiempo, y en este caso, el tiempo es de gran importancia porque Grecia debe pagar 3.5 mil millones el lunes 20 de julio al BCE, y ya tiene pagos atrasados al FMI. Así que la Troika decidió, primero que nada, arreglar un financiamiento puente por 7 mil millones de euros que le entregarán a Grecia de inmediato para hacer frente a los compromisos. Aparte, como decimos arriba, el BCE aumentó en 900 millones de euros la ayuda de emergencia para que la banca tenga liquidez y la economía pueda seguir funcionando.

Total, parece que una a una, las piedritas en el camino se van brincando, si bien en el último minuto y después de mucha angustia. Ahora falta que Grecia de verdad cumpla con sus compromisos, cosa que no será fácil.

Las medidas que el parlamento de Grecia aprobó, y que el gobierno debe aplicar de inmediato, según la propuesta acordada para iniciar las negociaciones del rescate, son muy duras, sobre todo porque van en contra de las expectativas de la sociedad.

Entre lo más importante: se reformará y simplificará el régimen del IVA, aumentando la tasa, y ahora se aplicará a restaurantes y hoteles. Se harán cambios al régimen de pensiones, para reducir el costo total para el gobierno, aumentando la edad de retiro y eliminando subsidios a pensiones de los que perciben poco. Se reformarán las negociaciones y despidos colectivos de trabajadores. Se harán reformas de mercado que permitirán el comercio los domingos, y abrirán sectores y profesiones que permanecían cerradas a partes de la población. Se deberán asignar a un fondo de privatización activos del gobierno por 50 mil millones de euros para venderlos y utilizar el dinero para pagar deuda e invertir. Se privatizará la red de transmisión de electricidad. Se fortalecerá al sector financiero, eliminando la interferencia política. Se recortarán los costos de la administración pública, reduciendo la influencia política en ellos.

El rescate

El rescate mismo tomará como base las condiciones que ya se le han exigido a Grecia, y probablemente se añadirán otras. Se tendrán que negociar períodos de gracia para el pago de la deuda, el costo de la deuda, metas intermedias de déficit y avance en las reformas, que se deberán cumplir para que siga fluyendo la ayuda, entre otras cosas.

Cada punto de negociación puede convertirse en un nuevo obstáculo para que se haga realidad el rescate. En especial, promete ser controversial la discusión sobre los mecanismos de supervisión que pretenda el Grupo Bruselas, ya que pueden resultar demasiado invasivos, sobre todo encima de la pérdida de soberanía que el acuerdo preliminar representa.

El financiamiento puente otorgado a Grecia parece decir que las instituciones están seguras de que el rescate completo se llevará a cabo, pero así como no se esperaba una negociación preliminar tan dramática, nada nos dice que no pueda volver a suceder.

Las consecuencias en Grecia

Como resultado del rechazo a medidas de austeridad en el referendo y del cambio radical de Tsipras al negociar con las instituciones y acordar, precisamente, medidas de austeridad, las protestas sociales no se hicieron esperar, así como algunas huelgas entre trabajadores de sectores afectados. Hubo necesidad de que las fuerzas del orden utilizaran gases lacrimógenos en una ocasión, pero de ahí no ha pasado.

En la esfera política, sin embargo, la reacción ha sido dramática. Unas tres docenas de miembros del parlamento del partido Syriza, de Tsipras, así como del partido de coalición, votaron en contra del acuerdo, y se aprobó por más del 60% de los votos gracias a la ayuda de los miembros de los partidos conservadores de oposición. Y no sólo colegas de Tsipras del parlamento votaron en contra, sino también varios ministros miembros del gabinete.

Tan pronto como hoy viernes, se empezaron a anunciar las renuncias y cambios del equipo de gobierno de Tsipras. Pero desde el mismo miércoles, tras la votación en el parlamento, se empezó a especular sobre una elección de emergencia, dado que Tsipras ha perdido el apoyo de una buena parte de su partido.

Se habla de la posibilidad de una nueva elección en diciembre, que sabrá Dios que implicaciones tendría. Si volviera a ganar Syriza, pero con otro líder, surgiría el riesgo de que Grecia se echara para atrás en sus compromisos y optara por, finalmente, salir de la Unión Monetaria. Si ganara un partido conservador, probablemente todo seguiría su curso.

En conclusión

Por lo que nos enteramos a través de los medios de información, todo parece ir caminando en el sentido correcto, los obstáculos parecen salvables, y podríamos tener un nuevo rescate de Grecia terminado, aprobado y firmado en unas semanas más. Los mercados así parecen creer, porque su comportamiento ha vuelto a la normalidad antes de que saltara este problema a la cancha. Sin embargo, para nosotros, todo indica que Grecia seguirá en los encabezados, primero porque siguen las negociaciones, y luego intermitentemente, cuando se tengan que revisar las metas. Finalmente no debemos olvidar que, aun con todo lo que se ha logrado, NO se ha erradicado completamente el riesgo de que acabe abandonando la Unión Monetaria.

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