Pasmados

A pesar de que la semana anterior terminó con el ánimo en alto, en estos días se perdió el optimismo y sólo quedó la cautela. Las tendencias positivas de los precios se mantuvieron, pero los movimientos fueron muy pequeños. La sensación entre los inversionistas es de expectación – de que todo está en pausa, pero algo va a pasar que sacudirá las cosas. Algo macro.

¿Qué dice análisis?
En los mercados Por: Patricia Berry

Llevamos ya un buen tiempo viviendo de semana a semana, buscando evidencia de una dirección clara de la economía y de los mercados. Pero no ha aparecido todavía. La semana anterior fue de emociones fuertes por  buenos datos importantes de Estados Unidos, noticias de Brexit, y hasta el ataque terrorista en Niza – y los mercados reaccionaron positivamente. Pero en los últimos días no pasó nada aparte de los reportes de las empresas hasta el viernes y los inversionistas se mantuvieron como pasmados.

De lunes a jueves, sin información nueva a la cual reaccionar, los temas que dominaron la conversación fueron la reunión de los ministros de finanzas y banqueros centrales del G20 este fin de semana, y las juntas del Fed y del Banco de Japón de la semana próxima.

Del Fed no se espera ningún cambio en la postura monetaria, pero será muy importante el comunicado en el que se buscarán pistas de cuándo podrá ser el próximo aumento de la tasa. Del Banco de Japón, en cambio, sí se espera un aumento en el estímulo. Y, aunque el Brexit probablemente dominará la reunión del G20, nadie se hace ilusiones de que pudiera salir algún acuerdo para combatir sus efectos coordinadamente entre todos los países.

El viernes fue el día de acción: se publicaron los índices de actividad PMI preliminares de julio para algunos países y destacaron la mejora en manufactura en Estados Unidos, y el deterioro de Inglaterra, sobre todo en servicios, tras el Brexit. Los números de la Zona Euro también se vieron afectados por el Brexit, pero hasta ahora sólo ligeramente. Y luego estallaron en los noticieros las imágenes de otro ataque terrorista en Europa, esta vez en un centro comercial de Munich.

A pesar de que la semana anterior terminó con el ánimo en alto, en estos días se perdió el optimismo y sólo persistió la cautela. Las tendencias positivas de los precios se mantuvieron, pero los movimientos fueron muy pequeños. La sensación entre los inversionistas es de expectación – de que todo está en pausa, pero algo va a pasar que sacudirá las cosas. Algo macro. Esta vez, ni los resultados de las empresas han logrado mover los precios gran cosa.

La próxima semana promete más acción porque, aparte de las reuniones de los bancos centrales de Estados Unidos y Japón, también se publicarán los datos importantes de fin de mes y se empezarán a anticipar los del inicio de agosto – PMI’s, ISM’s y el reporte de empleo de Estados Unidos.

En fin, nos parece que la realidad es que la incertidumbre sobre el futuro económico sigue en todo su esplendor y a flor de piel. Y, como si fuera poco, esta neblina se hecho más densa al agregarse riesgos difusos, pero peligrosos, como la serie de ataques terroristas que no se acaban de entender, y la campaña política en Estados Unidos, con dos candidatos que caen gordos – uno que da miedo, y otra que no da confianza.

Seguimos pensando, entonces, que los portafolios deben estar diversificados, e incluir tanto acciones como bonos, pero la mayor parte en efectivo, en dólares.