La depreciación del peso y su impacto en las empresas
Alejandra Marcos
Hoy en día sólo pensamos en una cosa: la depreciación del peso. Es inevitable sentirnos impactados y asustados por la inestabilidad de nuestra divisa, y más cuando tenemos mucho que ver con nuestro vecino fronterizo.
Si bien es cierto que la depreciación del peso empezó desde el último trimestre del año pasado, en los últimos meses se ha acelerado el movimiento a la baja. La fortaleza del dólar contra las monedas emergentes, y en especial contra el peso, tiene un impacto directo en los resultados de la mayoría de las empresas listadas en la bolsa mexicana de valores.
Hemos visto que en estos días de volatilidad, y de mayor aversión al riesgo, ciertas empresas se han vuelto francamente defensivas, y casi no caen ante las correcciones que hemos observado en los últimos días, y en gran medida se debe a la baja exposición del tipo de cambio. Por el contrario, empresas con gran exposición a las monedas han sufrido bajas considerables.
A nivel general, las empresas exportadoras se ven beneficiadas, porque por los mismos dólares vendidos en el extranjero reciben más pesos. Sin embargo, y a pesar del gran tamaño de las empresas públicas, son realmente pocas las que se benefician de un dólar fuerte.
Las empresas importadoras de materia prima, tienen un impacto en sus márgenes porque una parte de sus costos están denominados en dólares, y se pudieran observar presiones, simplemente por el mayor precio del dólar.
Pero el mayor impacto de la depreciación del peso en las empresas es a nivel de la deuda. Muchas empresas mexicanas tienen bonos emitidos en dólares o deuda denominada en dólares. Esto origina un mayor nivel de deuda al reflejarlo en pesos, y mayores intereses pagados dentro del estado de resultados. Por lo que, a la postre, la utilidad neta se ve afectada. Pero hay que señalar que muchas empresas tienen coberturas cambiarias, y el efecto bien puede ser neutral.
En lo que va del año, el peso se ha depreciado el 14.17% al pasar del $14.75 cuando comenzó el año al $16.84 en estos días. En el primer trimestre el peso perdió el 3.50% contra el dólar, en el segundo trimestre el 3.87%, y para este trimestre -que todavía no ha finalizado – la depreciación es del 6.71%. Por ello, existe gran preocupación desde ya, por los elevados niveles que ha tocado el peso.
Aunque los resultados en la primera mitad del año fueron positivos- en su mayoría- el sentimiento se ha deteriorado en las últimas jornadas. Los recortes en el crecimiento económico han sido constantes en este año, derivado de un complicado entorno internacional, y el peso viene a ser un factor de peso en los resultados en la segunda mitad del año. A pesar de la reciente tranquilidad de los últimos 3 días, no descartamos que hacia adelante resurja un ambiente de volatilidad y de mayor aversión al riesgo, y que nuestra moneda toque nuevamente máximos históricos, así que sugerimos estar al pendiente sobre el impacto del peso en los resultados, de tal manera que se puedan elegir los activos más defensivos en ese ámbito.
Sector aeropuertos
Los aeropuertos son de los grupos más defensivos respecto de las variaciones de nuestra moneda. Aunque no hay un impacto directo, se ven beneficiadas ante la expectativa de un mayor tráfico de pasajeros porque las rutas internacionales se encarecen. Es decir, los turistas domésticos prefieren viajas a destinos nacionales antes que internacionales porque el dólar sale más caro. El incremento en los pasajeros nacionales debería de aumentar ligeramente sobre los ya elevados niveles de crecimiento.
Particularmente en Asur– que en nuestro parecer es la más beneficiada- Cancún se vuelve un destino turístico muy atractivo para los turistas internacionales, ya que les sale barato viajar a México- y es el aeropuerto turístico mejor conectado de la República Mexicana. Los costos y gastos están denominados en pesos, por lo que no hay afectación por este sentido en los márgenes de utilidad.
Sector alimentos
En Bimbo, el tipo de cambio toma diferentes papeles en sus estados financieros. El 74% de su deuda está denominada en dólares. Sin embargo, es importante mencionar que el 53.3% de sus ingresos provienen de E.U., esto contrarresta el efecto como cobertura natural en relación a las pérdidas cambiarias que pudieran ocasionar a nivel neto. Por otro lado, en relación al costo de ventas, los márgenes se pueden ver presionados ya que el 40% de los costos están denominados en dólares, principalmente en las regiones de México y Europa. A pesar de que los precios de las materias primas siguen en niveles bajos, los comparativos resultan ser un poco más difíciles. No descartamos que con las eficiencias operativas que ha tenido la empresa, como menores gastos de reestructura en la consolidación de los sus negocios en Canadá y E.U., el efecto cambiario vaya a ser neutro. Por lo mismo es una empresa muy bien diversificada, que se muestra defensiva ante la volatilidad en los mercados económicos. En Lala el 20% de sus costos están denominados en dólares, principalmente por el empaque, ya sea de plástico o de cartón, para distribución de sus productos. Sin embargo, la empresa cuenta con instrumentos derivados en contratos tipo forwards para la cobertura del tipo de cambio. Tomando en cuenta que para los siguientes resultados ya consolida Eskimo, la empresa no tendrá mayores impactos en sus márgenes. Por último, Bachoco cuenta con el 20% de sus ingresos en dólares, derivados de sus operaciones en E.U. Sin embargo, el 33% de sus costos están denominados en dólares. Como resultado, dichos efectos se contrarrestan. Ya adquirieron los activos de las granjas de las empresas de Morris Hatchery y van a ser un atributo adicional para disminuir el efecto cambiario en los márgenes.
Sector bancario
De las instituciones financieras que tenemos en cobertura, CReal es la única que se podría ver afectada por la fortaleza del dólar, no porque tenga costos o gastos en dólares, sino porque tienen deuda en dólares por $6,257 millones. Sin embargo, como parte de su estrategia, la empresa cuenta con coberturas de tipo de cambio para sus instrumentos de deuda, por lo que estimamos que el impacto de las fluctuaciones cambiarias sobre la emisora es neutro.
Sector bebidas
Las embotelladoras tienen un entorno de costos favorable. El precio del PET y de los edulcorantes ha disminuido de manera importante en los últimos años, y esperamos que sigan a la baja un tiempo más, pero estos insumos están denominados en dólares, por lo que, al final de cuentas, el impacto de la depreciación del peso es de neutral a negativo. Para Coca Cola Femsa el mayor impacto proviene de la depreciación de las monedas en los territorios en donde opera, como el real brasileño, el peso colombiano y argentino, por lo que vemos afectación en todo el estado de resultados.
Sector conglomerados
En general, el sector de conglomerados tiene una respuesta negativa frente a la depreciación del tipo de cambio. Alfa ha respondido de mal forma dado que la depreciación del peso encarece el precio de los insumos de Sigma, y disminuye la rentabilidad de sus operaciones mexicanas como las de Alestra. Además, su deuda denominada en dólares es relativamente importante. Nemak, está del otro lado, ya que si bien sus deudas en dólares son 16 veces más grandes que sus activos monetarios en dólares (cifra excepcionalmente alta) el grueso de sus ingresos los recibe en dólares, por lo que cuenta con una cobertura natural. Mexichem también se ha visto afectada a pesar de que su moneda funcional y de informe cambió al dólar en lugar del peso mexicano. Las ventas en Latinoamérica se han visto sumamente perjudicadas por los movimientos de tipo de cambio y, en particular, por la revaluación en Venezuela. A partir del 2T15, Mexichem ha aplicado el tipo de cambio de 198 bolívares por dólar en sus operaciones en Venezuela, por lo que el efecto total prácticamente se ha reconocido. Y, en Ienova, que reporta en dólares y el grueso de sus ingresos son dólares por el uso de gasoductos, ya es usual ver un incremento en impuestos debido a que las bases fiscales de propiedad, planta y equipo son valuados en pesos para fines de impuestos; aunque fuera de ello el impacto es nulo.
Sector consumo
A Kimberly Clark las fluctuaciones del tipo de cambio le afectan en gran medida en sus costos, ya una parte importante de los insumos que la empresa utiliza en sus procesos productivos están dólares. Se estima que las compras de aquellos insumos cuyos precios varían con movimientos en el tipo de cambio representan alrededor del 60% de sus costos. Para reducir el riesgo de tipo de cambio por la posición expuesta, Kimber mantiene parte de su efectivo en dólares estadounidenses, además de mantener el negocio de exportación, pero no son lo suficiente para contrarrestar los efectos negativos, por lo que seguramente veremos algo de presión en sus costos operativos.
En el caso de Alsea estimamos que los insumos denominados en dólares van del 20% al 25%. Dentro de estos insumos se encuentran productos tales como queso y café, aunque es importante mencionar que la política de la empresa es tener cubiertos hasta el 75% de sus necesidades en dólares.
Por otro lado, la depreciación actual del peso podría traducirse en pérdidas cambiarias debido a su deuda en euros de Grupo Zena (16% de la deuda total), y la valuación de la opción para adquirir el 23% restante. Esto pudiera implicar presiones a nivel neto.
Sector comercial
Las cadenas de autoservicio no tienen ingresos en dólares ni costos o gastos, exceptuando el caso de Chedraui que tiene 40 tiendas en Estados Unidos. Por ello no veremos ningún impacto en sus resultados por los movimientos en el tipo de cambio. Únicamente Chedraui se deberá de beneficiar de mayores ingresos derivado del incremento en las ventas mismas tiendas en Estados Unidos. Sin embargo, existen costos indirectos que se deberían de comenzar a reflejar en los siguientes trimestres. Todos los electrónicos se pagan en pesos, pero este tipo de mercancía deberá de subir de precio si el tipo de cambio sigue en niveles históricos. Aunque no estamos modificando nuestros estimados por la depreciación del peso, creemos que pudiéramos ver un menor dinamismo en ventas mismas tiendas por la transferencia de los mayores precios de los electrónicos al cliente final.
Sector tiendas departamentales
En el caso de Liverpool el impacto es pequeño comparado a otras empresas del sector de tiendas Departamentales. Sólo 30% de sus productos son importados de Estados Unidos, mientras que las importaciones de Sanborns son todavía menores, consistiendo de entre un 14 y 15% de su mercancía.
Unos de los cambios para estas dos tiendas son nuevos costos indirectos derivados de los ajustes de precios en mercancías como electrónicos y la posible baja en el dinamismo en VMT. En meses anteriores las tiendas departamentales habían llegado a la conclusión que lo mejor era absorber la diferencia cambiaria para no afectar al consumidor final y así poder aprovechar el repunte del consumo en el país. Dadas las circunstancias, Liverpool llegó a un acuerdo con sus proveedores para no impactar al cliente. Sin embargo, este acuerdo es temporal. Es de esperarse que para la segunda parte del año, se note un alza en los precios dentro de las tiendas departamentales. Comprar una tele, unos zapatos o ropa de importación, podría ser más caro ya que las empresas transfieren al cliente los costos más elevados.
Sector fibras
Para fibra uno el efecto de la depreciación del peso es, en general, positivo.
Hay que recordar que buena parte de sus oficinas y propiedades del ramo industrial, tienen rentas denominadas en dólares, por lo que cerca de la mitad del incremento en rentas se ha explicado por la depreciación del peso frente al dólar. En conjunto, estos 2 sectores representan el 48% de los ingresos de Fibra UNO, mientras que las rentas del sector comercial son en su mayoría pesos. Respecto a su nivel de deuda, 51% de la deuda está denominada en dólares, por lo que el fideicomiso cuenta con una cobertura natural para afrontar su pasivo.
Sector infraestructura
Ica es la emisora que consideramos es la más afectada por el movimiento cambiario y esto se ha reflejado en el precio de la acción. EL 47% de su deuda está denominada en dólares y el 44% de sus vencimientos son a corto plazo (representan el 12.3% del total de la deuda) La empresa no tiene coberturas cambiarias, salvo por el pago de los cupones de los bonos emitidos en el extranjero que están por vencer. La deuda se seguirá elevando y estimamos que el impacto en la pérdida neta va a ser mayor a la que tuvo en los resultados del 2T15, por un peso más débil.
En el caso de Cemex, la empresa reporta todas sus operaciones en dólares.
Y a pesar de que vemos buenos resultados en la mayoría de sus territorios en moneda local, resulta que los ingresos son menores al traducirlos a dólares. Por ello hemos visto una creciente preocupación en Cemex derivado del movimiento en el tipo de cambio. Adicionalmente, su deuda está denominada en dólares, y aunque no cuenta con coberturas cambiarias, tiene una cobertura natural ya que el 26.2% de sus ingresos están en dólares por las operaciones en Estados Unidos.
Sector de medios y telecomunicaciones
En el sector de telecomunicaciones sobresale la exposición de América Móvil a por lo menos 13 monedas emergentes y 2 de mercados desarrollados; esto como consecuencia de su presencia en telecomunicaciones en 25 países alrededor del mundo. De hecho, a pesar de generar una pequeña parte de sus ingresos en dólares, 39.5% de su deuda está denominada en esta moneda, lo que la hace vulnerable a los movimientos de apreciación del dólar. Por otro lado, tiene una alta exposición al real brasileño, por lo que la depreciación del peso mexicano y el real afectan de manera importante sus ingresos y su rentabilidad. Para Televisa el impacto no es tan significativo, dado que sus operaciones centrales son nacionales; además de lo anterior, tiene una gran cantidad de contrapesos como las regalías que recibe de Univisión, que están denominadas en dólares, al igual que buena parte de su venta de programas y licencias.
Sector minería
El sector minería está lleno de contrapesos, pero bien podríamos decir que el efecto es marginalmente positivo. Esta percepción deriva del hecho de que el grueso de los ingresos del sector están denominados en dólares, ya sea por ventas en el extranjero o por que reciben su equivalente en moneda local; mientras que sus costos de minas se pagan en su mayoría en pesos, sobre todo mano de obra. Del lado contrario, no debemos olvidar que los precios internacionales de los metales se denominan en dólares, por lo que un encarecimiento en esta divisa les resta demanda y provoca presión para los precios nominales de los metales. En tal sentido, hay un efecto de contrapeso. Autlán es la empresa que más se destaca por el beneficio neto de la depreciación del peso a nivel de ingresos, sin embargo, también es de destacar que 95% de la deuda total es en dólares, por lo que la depreciación incrementa sus niveles de apalancamiento. Grupo México, al reportar en dólares, se ve beneficiada en márgenes por un menor costo operativo en efectivo por libra de cobre; mientras que su división de transportes y de infraestructura, que generan ingresos en pesos, principalmente, se ven perjudicadas en su traducción a dólares. Peñoles es otra empresa que tiene un efecto neto positivo por la depreciación del peso, además de que sus pasivos monetarios en dólares son menos de 2 veces el tamaño de sus activos monetarios en dicha moneda, y su deuda neta / EBITDA es menos de 1.0x, por lo que también los pasivos no son problemas y en general tiene un beneficio positivo por la depreciación del peso.
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