Hoy, en los mercados 17/12/14

Patricia Berry

Datos actualizados al: 17/12/2014 11:01 a.m.

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Nuevamente estamos con gran revuelo en el entorno, y esta vez el meollo del asunto es el desplome de los precios del petróleo y sus implicaciones, sobre todo para Rusia.

Desde luego, cualquier caída del petróleo significativa tiene que partir de un mercado en desequilibrio, en el que la oferta es mucho mayor que la demanda. Pero la dimensión que ha alcanzado la baja esta vez parece exagerada, así que, rápidamente, ha surgido la teoría de que Estados Unidos, sus aliados y Arabia Saudita, están todos de acuerdo en provocar la fuerte baja del precio del petróleo para afectar a Rusia, y así forzar a Putin a salirse de Ucrania y abandonar sus intenciones en el resto de los países ex-soviéticos. Esta idea no parece del todo descabellada, toda vez que no han podido lograr gran cosa contra Putin sólo con sanciones.

Sea verdad o no, es el resultado que se está obteniendo. Sí, todos los países productores se han visto afectados y su situación se ha deteriorado, y basta ver la depreciación de las monedas – es el caso de Canadá, México, Brasil, Noruega o Inglaterra. Pero, a la mera hora, donde se está cayendo en una verdadera crisis es en Rusia, empezando con el colapso del rublo, un disparo en sus tasas de interés, enormes problemas para pagar el financiamiento del extranjero, y la expectativa de una contracción de alrededor del 5% en 2015. Ecos de la crisis rusa de 1998, que puso al mundo de cabeza.

Aún y cuando a México le duele el petróleo, y nos causa angustia, no debemos olvidar que, más allá del daño que sufren los países productores, normalmente, una baja en los precios de los energéticos es buena para el mundo. Es como una baja en los impuestos, a personas y empresas, e impulsa el consumo y la inversión, porque lo que se deja de gastar en energía se dirige a otros bienes. Se estima que la caída de los precios puede aumentar el crecimiento global en 0.4 puntos porcentuales en 2015.

Al mismo tiempo, hay que tomar en cuenta que actualmente vivimos una situación especial, de muy baja inflación, y que esta caída del petróleo presiona los precios del mundo todavía más. Esto es algo que por ahora puede resultar peligroso, pues hay países importantes, como la Zona Euro, coqueteando con la deflación.

Al final de cuentas, parece que este asunto del petróleo será bueno, aunque en el corto plazo la atención está concentrada en los efectos negativos para los países productores y empresas petroleras del mundo.

El caso es que el miedo no anda en burro y, por lo pronto, los inversionistas buscan refugio porque lo que parece predominar es la confusión. Entre el verdadero efecto del petróleo, la decisión que tomará el Fed esta tarde, la situación de Rusia, las próximas elecciones en Grecia, Europa, Japón, China y hasta el restablecimiento de relaciones diplomáticas de Estados Unidos con Cuba, no es para menos.

Total, acabamos en el mismo lugar: importantes dudas sobre el desempeño económico hacia delante.

Las reacciones

Monedas

El dólar gana terreno contra la mayoría de las monedas en anticipación de la decisión del Fed. Se espera que retire del comunicado la frase “las tasas permanecerán cerca de 0% por un tiempo considerable”, lo que para los inversionistas confirmaría que la tasa sube en junio. El euro baja por comentarios que indican mayor disposición para aumentar el estímulo. El rublo rebota, junto con otras monedas petroleras, entre ellas el peso, por señales de estabilidad en el precio del crudo y por el anuncio de varias medidas de ayuda para la banca por parte del banco central de Moscú.

Tasas

Las tasas de los bonos del Tesoro repuntan ligeramente, junto con las de Alemania, mientras que las de la periferia ceden terreno. Es día de toma de utilidades en los mercados de bonos y las tasas se despegan de los mínimos.

Commodities

El petróleo vuelve a bajar, pero el cambio es muy pequeño, en una primera señal de estabilización.

Bolsas

En las bolsas continúa la volatilidad, pero hoy es día de búsqueda de gangas, después de las bajasde los últimos días.

Recomendación

La realidad es que, con la excepción de Estados Unidos, todavía no tenemos señales de que el deterioro en las condiciones económicas haya tocado piso. Las cosas están complicadas y la aversión al riesgo está al acecho. Las percepciones pueden volver a cambiar de un momento a otro, y nos parece que la mayor propensión por ahora es al pesimismo. Preferimos quitarnos del camino y limitar las posiciones en acciones a sólo 20%, mantener el 10% en bonos mexicanos y dejar 70% en efectivo en pesos.

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