Hablemos de Nearshoring 8.0 | Boletín Trimestral | Junio 2025

A pesar de un entorno complejo las cifras de IED resultaron positivas
En México, se captaron 21,373 millones de dólares (mdd) por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED) durante el primer trimestre de 2025, de acuerdo con las cifras más recientes de la balanza de pagos publicadas por el Banco de México. Aunque el monto es inferior al observado en el mismo periodo de 2024 (27,055 mdd considerando las cifras finales), continúa reflejando un nivel elevado de atracción de capital extranjero, según cifras revisadas del Banco de México. Adicionalmente, vale la pena señalar que generalmente las cifras preliminares suelen revisarse al alza, por lo que la caída en el monto total observado en el 1T25 podría revertirse en los siguientes meses. Al comparar las cifras preliminares del primer trimestre de 2025 comparado con el 2024 muestra un crecimiento del 5.4%.
Cabe resaltar que durante los primeros meses de 2025 se ha intensificado la incertidumbre global derivada de las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y varios de sus principales socios, lo cual ha generado ajustes en las expectativas de la conformación de las cadenas de suministro y episodios de mayor volatilidad financiera. En este contexto, es natural pensar que la IED pudiera mostrar cierta moderación, particularmente en sectores sensibles a cambios arancelarios o a la reconfiguración de tratados y acuerdos comerciales. No obstante, los flujos hacia México se han mantenido robustos, reflejando su posición estratégica y el avance de proyectos vinculados al Nearshoring.

Por componentes de la Inversión Extranjera Directa y para el periodo enero-marzo de 2025, se observa que ingresaron al país 16,647 millones de dólares (mdd) por concepto de reinversión de utilidades, lo que representa una moderación respecto a los 27,838 mdd registrados en el mismo periodo de 2024, aunque continúa siendo el principal motor de la IED. Por su parte, las nuevas inversiones ascendieron a 1,586 mdd, lo que representa un incremento anual significativo frente a los 881 mdd observados en el primer trimestre del año anterior. Finalmente, las cuentas entre compañías registraron entradas por 3,140 mdd, revirtiendo el flujo negativo observado en el mismo periodo de 2024 (-1,664 mdd), lo cual sugiere una mayor disposición de las matrices extranjeras para capitalizar a sus filiales en México.
De acuerdo con cifras complementarias de la Secretaría de Economía, el 43% de la Inversión Extranjera Directa captada en el primer trimestre de 2025 se dirigió a la industria manufacturera, con especial énfasis en los sectores de equipo de transporte, bebidas y tabaco, industria alimentaria, química, plásticos y hule, equipo de cómputo y generación de energía eléctrica. Asimismo, destacaron como receptores relevantes los sectores financiero, minero, comercial y de construcción.
En cuanto al origen de los flujos, Estados Unidos se mantuvo como el principal inversionista con una participación del 38.7%, seguido por España (15.0%), Países Bajos (8.3%), Australia (5.7%) y Alemania (3.7%). A nivel territorial, la Ciudad de México concentró el 55% del total de la IED, seguida por Nuevo León (13%), Estado de México (9%), Baja California (4%) y Guanajuato (3%), reflejando una alta concentración regional de los capitales recibidos.
A pesar de la caída, las cifras son positivas, en especial considerando un contexto en el que nuestro país estuvo en el centro de las tensiones comerciales entre enero y marzo, derivadas de las medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos y el consecuente ajuste de los flujos globales de inversión. A pesar de este entorno desafiante, México logró mantener un nivel elevado de captación de capital, con señales claras de confianza por parte de empresas extranjeras ya establecidas y una recuperación incipiente en las nuevas inversiones. El consenso de mercado estima que, hacia el cierre de 2025, el país podría captar alrededor de 33,850 millones de dólares de inversión extranjera directa, lo que consolidaría a México como uno de los destinos más atractivos para la inversión productiva en América Latina, particularmente en sectores vinculados al comercio regional, la manufactura avanzada y el proceso de relocalización global.

Inversión Extranjera Banco de México y Secretaría de Economía
Derivado de las inquietudes que pueden surgir en torno a las diferentes cifras entre Banxico y la Secretaría de Economía nos pareció pertinente realizar el siguiente análisis, en el cual buscamos evidenciar dos cosas: 1) Economía sólo compara cifras preliminares al corte de cada trimestre y 2) Banxico actualiza las cifras y así las compara. Sin embargo, es importante mencionar que en el agregado, ambos reportan la misma cifra observada para el trimestre, aunque las bases comparables difieran.
Al interior de cada reportes, es natural que no se desagregue la información en las mismas vistas, ya que Economía utiliza una contabilidad de flujos direccionales, es decir cuánto dinero entró y cuánto dinero salió, por los conceptos que ya conocemos (reinversión de utilidades, nuevas inversiones y cuentas entre compañías). Aunque Banxico utiliza una desagregación muy parecida, su vista es en activos y pasivos de la economía, por lo que todo pago al exterior se contabiliza como un activo y toda entrada de dinero como un pasivo. Pero al final de cuentas, cuando se da a conocer la cifra del trimestre en cuestión, el total que recibió nuestro país es exactamente el mismo en ambas vistas.
Adicionalmente, calculamos las revisiones que realiza Banco de México, a fin de ilustrar la magnitud de las mismas e intentar vislumbrar que podría pasar con las cifras más adelante. Lo primero que resalta es que desde 1999 a la fecha no se han dado revisiones a la baja y segundo, hay casos en que la revisión puede ser superior a la cifra preliminar de economía, es decir nada está escrito sobre piedra en cuanto a las cifras de Inversión Extranjera Directa. Adicionalmente, encontramos que entre el 2001 y 2024 dichas revisiones han sido al alza por el orden de los 4,500 millones de dólares para un primer trimestre, una cifra nada despreciable. En este sentido, aunque no podemos desglosar en que rubros se dan dichas revisiones, si podemos esperar que hacia adelante se revisen al alza.


Informe Trimestral de Banxico
En su más reciente informe, el Banco de México incluyó dos análisis relevantes para entender la integración productiva entre México y Estados Unidos. En el primero, descompuso las exportaciones bilaterales para identificar cuánto valor agregado proviene de cada país, destacando la alta participación de insumos estadounidenses en las exportaciones mexicanas. En el segundo, examinó cómo las empresas mexicanas están utilizando el T-MEC para exportar, mostrando que, ante el aumento de aranceles, más compañías están recurriendo al tratado para beneficiarse de condiciones preferenciales. Ambos ejercicios son clave para dimensionar las oportunidades y desafíos que implica el fenómeno del Nearshoring.
Descomposición del valor agregado en el comercio México–EE.UU.
En este ejercicio, el Banco de México se propuso analizar con mayor precisión la estructura real del comercio bilateral entre México y Estados Unidos, enfocándose no solo en los flujos comerciales brutos, sino en el contenido de valor agregado que se genera en cada país. Para ello, utilizó datos de la base interregional de insumo-producto del Banco Asiático de Desarrollo, que permiten identificar cómo los bienes exportados incorporan insumos de diferentes orígenes a lo largo de las cadenas globales de valor.
Los resultados del estudio muestran que una parte significativa del valor de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos se origina en ese mismo país. Por ejemplo, en sectores como automóviles, productos metálicos o maquinaria, el valor agregado estadounidense contenido en las exportaciones mexicanas puede representar entre el 20% y 40% del total. A la inversa, las exportaciones estadounidenses también incluyen insumos mexicanos, aunque en menor proporción. Esto refleja una profunda interdependencia productiva entre ambas economías, en la que el comercio es cada vez menos una simple compraventa entre naciones y más una colaboración en procesos industriales compartidos.
Este hallazgo es especialmente relevante en el contexto del Nearshoring, ya que confirma que México no parte desde cero en su integración a las cadenas de suministro de Norteamérica. De hecho, muchos sectores ya están parcial o totalmente incorporados a procesos productivos regionales. Esto refuerza la idea de que las empresas pueden aprovechar esa plataforma existente para escalar operaciones, sustituir importaciones más lejanas y fortalecer la resiliencia de sus cadenas productivas mediante inversión en territorio mexicano.

Uso del T-MEC por parte de exportadores mexicanos
El segundo recuadro del Informe Trimestral se enfocó en examinar qué tanto están utilizando las empresas mexicanas las disposiciones del T-MEC para exportar a Estados Unidos, en un contexto en el que las tensiones comerciales han aumentado y EE.UU. ha anunciado nuevos aranceles sobre una amplia gama de productos importados.
Banxico encontró que el uso del T-MEC varía considerablemente entre sectores. Industrias tradicionales como automóviles, camiones, autopartes y ciertos productos agroalimentarios ya utilizan ampliamente los beneficios arancelarios del tratado, exportando bajo trato preferencial en más del 90% de sus envíos. Sin embargo, otras industrias como la de electrónicos, dispositivos médicos y maquinaria especializada muestran un bajo grado de aprovechamiento, lo que implica que muchas empresas mexicanas podrían estar pagando aranceles que podrían evitarse.
A través de una encuesta realizada por el propio Banco Central, se detectó que las empresas con experiencia previa en el uso de tratados comerciales han sido más ágiles en adaptarse a los cambios recientes, mientras que aquellas sin historial de cumplimiento con las reglas de origen enfrentan mayores obstáculos administrativos o desconocimiento sobre cómo beneficiarse del acuerdo.
En el contexto del Nearshoring, este análisis cobra gran relevancia: el uso efectivo del T-MEC no solo mejora la competitividad de las exportaciones mexicanas, sino que puede ser un factor decisivo para atraer nuevas inversiones extranjeras. A medida que las empresas buscan reubicar sus cadenas de suministro más cerca de EE.UU., elegir a México como destino dependerá también de qué tan fácil resulte cumplir con los requisitos del tratado y acceder a los beneficios arancelarios. Por ello, reducir las barreras administrativas, capacitar a empresas locales y fomentar el conocimiento sobre el T-MEC serán elementos clave para maximizar el potencial del Nearshoring.


¿Cómo vamos en la balanza comercial? – Abril 2025
En el cuarto mes del año, se registró un déficit comercial (exportaciones menos importaciones) de 88 millones de dólares (mdd), que contrasta con el superávit de 3,442 mdd reportado en marzo.
En abril de 2025, las exportaciones totales sumaron 54,296 millones de dólares, lo que representó un crecimiento anual de 5.8%, impulsado por un incremento de 6.6% en las exportaciones no petroleras, mientras que las petroleras retrocedieron -13.2%. Al interior de las no petroleras, las exportaciones manufactureras crecieron 6.6%, destacando aumentos en maquinaria y equipo especial para industrias diversas (62.5%), productos metálicos de uso doméstico (18.8%), equipo profesional y científico (18.5%), aparatos eléctricos y electrónicos (6.4%) y productos de la minerometalurgia (2.5%). En contraste, las exportaciones automotrices se contrajeron -7.1% anual, debido a una caída de -8.0% en las ventas dirigidas a Estados Unidos y de -1.3% al resto del mundo. Por su parte, las exportaciones agropecuarias disminuyeron -7.1% anual, afectadas por retrocesos en productos como cebolla y ajo (-39.3%), legumbres y hortalizas frescas (-36.2%), pepino (-35.3%), jitomate (-18.9%) y pimiento (-18.2%). No obstante, hubo aumentos en exportaciones de aguacate (27.8%) y frutas comestibles (7.5%).
En cuanto a las importaciones, estas totalizaron 54,384 millones de dólares, con una caída anual de -1.2%, resultado de un incremento de 47.0% en las petroleras y una disminución de -4.2% en las no petroleras. A nivel de clasificación por tipo de bien, las importaciones de bienes de consumo retrocedieron -4.2%, reflejando una caída de -14.3% en los bienes de consumo no petroleros, parcialmente compensada por un aumento de 75.5% en los petroleros, impulsado por mayores compras de gasolina y gas butano y propano. Las importaciones de bienes intermedios, que representan la mayor parte del total, crecieron 1.9%, apoyadas en un repunte de 35.4% en los insumos petroleros, aunque las no petroleras disminuyeron ligeramente en -0.1%. Por su parte, las importaciones de bienes de capital registraron una caída más pronunciada de -18.8%, lo que podría reflejar una mayor cautela en la inversión en maquinaria y equipo.
En general, las cifras de balanza comercial de abril reflejan una expansión sostenida de las exportaciones manufactureras no automotrices y extractivas, pero también una persistente debilidad en sectores clave como el automotriz, el agroalimentario y la inversión en maquinaria. Esta divergencia sugiere un entorno comercial fragmentado, en el que algunos sectores logran capitalizar la demanda externa, mientras otros enfrentan restricciones estructurales o coyunturales. La caída en las exportaciones agropecuarias y automotrices, junto con el desplome en las importaciones de bienes de capital, podría estar anticipando una desaceleración en la actividad productiva si no se revierte en los próximos meses.

¿Cómo va la balanza comercial de Estados Unidos? – Abril 2025
En el mes de abril, las cifras oportunas de la balanza comercial de bienes revelaron que el déficit comercial se ubicó en -87,624 millones de dólares (mdd), una contracción del 46% si se compara contra el mes de marzo del 2025, acorde a cifras con ajuste estacional. Con respecto al déficit registrado en abril del 2024 se observa también una caída en -9.7%.
Al interior de las cifras, las exportaciones crecieron en 3.4% m/m y 9.6% en el cuarto mes del año, al tiempo que las importaciones retrocedieron en -19.8% m/m y avanzaron en 2.6% a/a.
Dentro de las exportaciones resaltan dinámicas muy diferenciadas, por ejemplo los bienes industriales repuntaron en 15.5%, mientras que los alimentos y bebidas cayeron en -4.0% y los autos se desplomaron en -21.0%. Al interior de las importaciones, se observó una caída generalizada, en donde resalta una contracción de los bienes de consumo (-32.3%), industriales (-31.0%), autos (-19.1%) y de capital (-3.1%).
De esta manera, en los primeros cuatro meses del 2025 el déficit comercial de bienes se ubicó en 522 mil 442 mdd, un nivel todavía 48% por encima del déficit observado en el mismo periodo del 2024 en 372 mil 408 mdd.

Conclusiones
Las cifras mas recientes de IED podrían poner en tela de juicio el nearshoring. Y a primera impresión pareciera que la guerra arancelaria ha traído como consecuencia y freno de mano en la inversión extranjera productiva, pues la incertidumbre sobre la imposición de aranceles, ha originado una pausa en los proyectos ante el desconocimiento de cómo quedarán conformadas las reglas del juego.
Sin embargo, y a pesar de la postura comercial y volátil de Donald Trump, los primeros cuatro meses del año ha quedado demostrado que, si bien lanza una amenaza lo hace con bien con fines de negociación, porque retrocede pocos días después para dar cabida a las diferentes posturas comerciales. Hemos pasado del proteccionismo a una tregua estratégica. Desde que comenzó su segundo periodo como presidente de Estados Unidos, Trump ha modificado su política arancelaria con el mundo, en promedio cada tres o cuatro días, lo que es una muestra que los aranceles son más bien una espada de Damocles para conseguir una postura de mayor preponderancia.
Considerando el entorno y el contexto actual, sumado a las revisiones de las cifras de IED nos parece que, aunque en pausa, sigue existiendo una postura preferencial por invertir en México, mas aun con un horizonte de largo plazo, pues la integración de México con Norteamérica es una realidad al margen del ruido inmediato de Trump y los aranceles. Las ventajas competitivas, las eficiencias en los procesos productivos, la mano de obra calificada y accesible y el propio TMEC son cuestiones ineludibles que, con el paso del tiempo fortalecerán la postura comercial de México, mas aun considerando que los proyectos productivos suelen tener un horizonte de inversión de 20 o 30 años.
No obstante lo anterior, y al margen del contexto internacional, México debe hacer el trabajo con todas las asignaturas que han quedado pendientes para hacer de nuestro país, el destino privilegiado para la integración comercial con Estados Unidos.

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