El regreso del Fed
¿Qué dice análisis? En los mercados. Por. Patricia Berry
El Fed está de regreso en el radar de los mercados. Las últimas dos semanas han sido de dudas con respecto a la posibilidad de alza en la reunión de septiembre del Fed, y culminaron con el discurso de Yellen en Jackson Hole. Al final, Yellen dejó la puerta abierta para el alza en septiembre, pero sin prisa, dependiendo de los datos – especialmente los de la semana que comienza. Habrá que mantenernos alerta.
Más o menos desde mayo pasado, el Fed y el alza de la tasa de interés de Estados Unidos habían permanecido en un plano secundario en la atención de los inversionistas. La comunidad financiera estuvo muy ocupada, primero, con la campaña hacia el referéndum en Inglaterra, y luego, desde fines de junio, en la construcción de un nuevo panorama global a partir del Brexit. En julio, la respuesta de los bancos centrales de Inglaterra, Europa y Japón a las implicaciones negativas del Brexit fue anunciar su firme intención de aumentar el estímulo monetario tanto como fuera necesario para proteger el crecimiento de sus economías. Del Fed, simplemente se esperaba que se mantuviera en pausa, sin subir la tasa de interés, y fue lo que hizo.
Por lo menos desde junio, entonces, la gran mayoría de los inversionistas, economistas, operadores y metiches involucrados en los mercados financieros esperaba la siguiente alza de la tasa de interés del Fed en diciembre o después. Así que todos tranquilos en este frente, hasta que esta convicción se rompió hace varios días.
La nociva duda nació tras dos semanas de comentarios de distintos miembros del Fed, entre ellos Bill Dudley (Nueva York) y Stanley Fischer (vice-presidente del Fed), dos de los pesos pesados del Comité, sugiriendo la posibilidad/conveniencia de una nueva alza de la tasa tan pronto como en septiembre. Y la total confusión surgió por la publicación de la minuta de la reunión de julio, muy contrastante con los comentarios, que describe a un Comité indeciso y cauteloso, inseguro de que una alza en este momento pudiera descarrilar el crecimiento de la economía.
Así que, buscando más claridad, los ojos del mercado voltearon desde hace una semana, a la presentación de Janet Yellen en el simposio anual que organiza el Fed de Kansas City en Jackson Hole, y que se llevó a cabo hoy viernes. La especulación sobre la postura de Yellen y la expectación fueron creciendo con el pasar de los días.
Para hoy en la mañana, la comunidad financiera mundial entera esperaba con ansia el discurso de Yellen porque se deseaba una aclaración – ¿realmente la junta de septiembre está en juego para subir la tasa? ¿O sólo diciembre? ¿O las dos? ¿O ninguna?
A la mera hora, Yellen, como buena banquera central, no soltó prenda y al respecto únicamente dijo: “…a la luz del continuo desempeño sólido del mercado laboral y de nuestra perspectiva para la actividad económica y la inflación, yo creo que el argumento para un incremento de la tasa de fed funds se ha fortalecido en los meses recientes. Desde luego, nuestras decisiones siempre dependen del grado al que los nuevos datos sigan confirmando la perspectiva del Comité.”
Con estas palabras, Yellen no despejó ninguna duda explícitamente, y dejó la puerta abierta para un alza de la tasa en cualquiera de las juntas que faltan, pero sin mostrar ninguna prisa. El mensaje que aparentemente recogieron los mercados fue que hoy por hoy, estamos más cerca de que el Fed suba la tasa, pero no necesariamente tan pronto como en septiembre, así que la probabilidad que rebasó el 50% fue la de diciembre.
Para muchos fue la confirmación de que la tasa sube este año y, en consecuencia, el dólar se fortaleció, subieron las tasas del Tesoro, las bolsas de EU retrocedieron, y los activos emergentes perdieron terreno. Al mismo tiempo, las magnitudes relativamente pequeñas de los movimientos de los precios nos parece que reflejan, más bien, cierta tranquilidad de que el alza de la tasa se irá hasta diciembre.
Como sea, la realidad es que el Fed y el alza de la tasa de interés están de regreso en el radar de los mercados y de aquí en adelante no dejarán de ser una fuente de volatilidad. Una y otra vez, el Fed nos ha insistido en que sus decisiones dependen, sobre todo, de los datos que se van publicando, y de ahora hasta la reunión del Fed el 21 de septiembre, faltan muchos reportes importantes que pueden incidir en la decisión de los miembros del Comité.
Por lo pronto, a mediados de la próxima semana comienza septiembre y el desfile de cifras de finales y principios de mes. En estos días conoceremos, entre otros indicadores de agosto, el índice de precios PCE core, el índice de actividad ISM de la manufactura y cerraremos el viernes con el reporte de empleo. Todos estos reportes tienen la capacidad de alterar la expectativa de la fecha de la siguiente alza del Fed, y en especial el de empleo. En la medida en que estas cifras superen las estimaciones de los analistas, crecerá la probabilidad de que el Fed suba la tasa en septiembre; los reportes que cumplan con las expectativas o no las alcancen, confirmarán que el movimiento del Fed será hasta diciembre, o después.
Mientras tanto, el mundo sigue su marcha y el Fed no es lo único que mueve a los mercados. En todos lados se estarán generando noticias y cifras, empezando por reuniones y decisiones de los bancos centrales de Inglaterra, Europa y Japón, o la campaña electoral en Estados Unidos, que también influyen en el comportamiento de los mercados, antes y después de la junta del Fed de septiembre.
La agenda se seguirá llenando, así que, como quien dice, no habrá mucho tiempo para descansar de aquí y hasta fin de año. Tomemos un poco de aire, y un mucho de serenidad para poder ir armando el panorama a futuro que nos permita diseñar una estrategia de inversión exitosa.
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