El peso toca nuevo mínimo del 2016 | #AnálisisIntercam

Sorpresivamente con el trascurso de los meses, el peso ha continuado el proceso de fortalecimiento. En lo que va del año se ha apreciado el 11.6% y en los últimos doce meses el 14.62%, además resulta ser la moneda que más se ha apreciado contra el dólar en el 2023.



Los factores detrás de este movimiento han sido ampliamente explicados:


Balance de cuenta corriente

El saldo de la cuenta corriente como porcentaje del PIB se ha mantenido acotado -0.9%, mostrando un déficit menor al promedio de -1.6% observado en el periodo 2010 a 2019. Aún más, es el hecho de que ha sido bien financiado con el flujo de Inversión Extranjera Directa que en 2022 alcanzó 35,291 millones de dólares, de los cuales el 48% provinieron de nuevas inversiones. La solidez de la demanda agregada en Estados Unidos ha originado que las exportaciones mantengan un comportamiento sobresaliente, en tanto las remesas representan la fuerte principal de divisas de nuestro país, y mantienen tasas positivas de crecimiento.


Diferencial de tasas de interés

Durante este ciclo alcista, que ha consistido en un incremento de 725pb en un periodo de 21 meses, el diferencial de tasas contra la tasa de fondos federales de EE.UU. promedió 546pb, manteniéndose persistentemente por encima de los 600pb desde septiembre pasado; y ha sido superior al promedio de 429pb de la década pasada (2011-2019). Esto sin considerar que debido a los niveles de tasas alrededor del mundo, México era de los pocos mercados que brindaba tasas reales positivas en los últimos dos años. De manera similar, el diferencial a 10 años ha mantenido un spread de 574pb en los últimos dos años, al tiempo que la calificación crediticia de la deuda mexicana ha sido ratificada dentro del espectro de grado de inversión.


Disciplina fiscal

Las acciones crediticias que han tomado las agencias calificadoras, tienen como punto de coincidencia la perspectiva de un manejo prudente de las finanzas públicas, que por lo menos en los montos ejercidos, han sido responsables, siendo la piedra angular de la actual administración. Así, el balance primario (saldo antes del servicio de deuda) de los últimos años que se ha mantenido acotado y cercano al 0%, concluyendo el 2022 en -0.5%. El equilibrio en el balance primario ha privilegiado a México, ya que es uno de los países con las mejores finanzas públicas entre las economías emergentes.


México en el contexto internacional

A nivel global nuestra economía parece mucho más resiliente ante una marcada desaceleración global. La vecindad con Estados Unidos que es el mercado más grande del mundo ha renovado las expectativas de la relocalización de las cadenas de valor. Esto sumado a una prudencia fiscal, donde nuestra economía es de las mejores posicionadas, ya que al cierre del año se ubicó su déficit fiscal en -3.4% siendo la cuarta economía emergente con la mejor métrica. Finalmente el país goza de cierta estabilidad policía, más aun al comprarse con la situación en la que viven otras economías emergentes y en particular las latinoamericanas.


Operatividad

El peso mexicano es de las monedas más liquidas entre los emergentes. De acuerdo con el BIS se operan diariamente 114 mil millones de dólares por lo que los inversionistas encuentran un mercado profundo con amplia liquidez, sin riesgos evidentes macroeconómicos en el corto plazo. Este mercado opera las 24 horas del día, los 365 días del año. No tiene un horario de apertura ni de cierre, por lo que es un mercado muy líquido, profundo y se opera en todo el mundo.

Debilidad del dólar

La perspectiva prevaleciente en el mercado de que la Fed no solamente habría alcanzado su tasa terminal, e incluso estaría por iniciar un ciclo de recortes tan pronto como en septiembre de este año han incidido en un debilitamiento del dólar, como lo demuestra su índice frente a una canasta de divisas duras (DXY), que se encuentra actualmente en 102.6 puntos, implicando una caída de -10.1% desde el máximo reciente alcanzado el 27 de septiembre del año pasado en 114.1 unidades.
Sin embargo, si bien estas circunstancias han prevalecido en el último año, recientemente el movimiento ha sido amplificado por cuestiones internacionales.

Techo de la deuda en Estados Unidos

La probabilidad de materializarse el escenario de impago a los compromisos financieros por parte de Estados Unidos, ante la polarización y rispidez de la esfera política norteamericana (en un año preelectoral) se ha incrementado significativamente en el último mes, llevando los CDS (5 años, 75pb) a su mayor nivel desde la crisis financiera del 2008. Esto ha incidido también en el debilitamiento del dólar, debido a los efectos que tendría el impago sobre la actividad. Algunos estudios señalan la posibilidad de ver una contracción del 4% en el PIB y la eliminación de 7 millones de puestos.


Tasa terminal en Estados Unidos

La reciente crisis bancaria en Estados Unidos, sumado a la publicación de varios indicadores adelantados sobre la actividad económica americana, que aluden a una denotada debilidad. Ello sugiere reforzar las expectativas que la Reserva Federal ha alcanzado la tasa terminal. De acuerdo con los futuros de las tasas de interés señalan que la FED ya no subirá más la tasa de fondos federales, y que las probabilidades de ver recortes hacia finales del verano son elevadas, por lo que estas expectativas han debilitado al dólar, pues los inversionistas prefieren distribuir sus portafolios en activos con mayores rendimientos.

¿Qué anticipamos?

Es posible prever que la fortaleza del peso continúe en los siguientes meses, considerando que el balance de fuerzas permanece sin cambios. No obstante, existe la posibilidad de ver mayor apreciación en el caso de que las expectativas de los recortes a la tasa de fondos federales de FED se intensifiquen. Adicionalmente, vale la pena señalar que en caso de que el escenario de recortes en las tasas de interés por parte del FED cristalice y Banxico no comience el ciclo acomodaticio, el diferencial de tasas de interés se ampliaría, y con ello el apetito por invertir en nuestra moneda.

Pese a lo descrito anteriormente, existen riesgos que pudieran originar una depreciación del peso, entre los que consideramos:

– Incremento en la volatilidad y mayor aversión al riesgo por eventos internacionales. Escalamiento de la guerra de Ucrania, negociaciones poco fructíferas en el techo de la deuda de Estados Unidos.


– Aumento en la aversión al riesgo local por políticas públicas o aprobación de reformas que atenten contra el estado productivo.
Escalamiento de las tensiones comerciales o bien la implementación de sanciones económicas por una resolución negativa del panel de controversia en materia energética.


El tipo de cambio es la variable más difícil de pronosticar, porque influyen una serie de factores cuantitativos y cualitativos difíciles de predecir. Empero, nuestro escenario central considera que es posible seguir viendo en el corto plazo una apreciación del peso. De mayor plazo, consideramos que existen varios riesgos que pudieran afectar las cotizaciones y regresar a un tipo de cambio más depreciado basado en el diferencial más acotado de tasas de interés así como por el diferencial de inflaciones. Esta depreciación se explicaría por un debilitamiento de las exportaciones ante la desaceleración de la economía americana, y una cuenta corriente- que si bien se mantiene en un déficit acotado- sería mayor. En tanto este año habrán algunos eventos extraordinarios que es posible que resulten en una menor inversión extranjera directa (Venta Banamex, y plantas de Iberdrola, flujos de salida).

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