Caída del crudo, ¿frenará las inversiones privadas en México?
En tan sólo cuatro semanas los precios del petróleo han caído a niveles no vistos en cerca de dos años.
El precio de referencia del crudo europeo, o Brent, por ejemplo, cotiza en cerca de 90 dólares el barril, o el menor precio en al menos 29 meses; mientras que el crudo estadounidense, West Texas Intermediate, ha caído a cerca de 85 dólares, o la menor cotización desde diciembre de 2012.
Estos nuevos niveles de precios están comenzando a generar preocupación en círculos petroleros sobre si algunos proyectos de exploración y extracción, que requieren inversiones millonarias, sobre todo en aguas profundas o en formaciones de lutitas, siguen o no siendo viables.
Pero en donde tal vez la relevancia del impacto que podría tener la caída reciente de los precios del crudo sea mayor es en México. El país esta a semanas de consumar un cambio histórico: la apertura de su industria petrolera, controlada totalmente por el Estado a lo largo de casi ocho décadas, a capitales privados.
El cambio constitucional y legal que se ha dado en México en meses pasados ha despertado gran entusiasmo entre inversionistas nacionales y extranjeros sobre posibles inversiones en el país, sobre todo por el gran potencial petrolero que tiene México y por su cercanía a Estados Unidos.
Pero ante esta algarabía, ¿podrá el descenso de los precios descarrilar los proyectos multimillonarios que autoridades y analistas esperan lleguen en los próximos meses a México?
“En este momento no”, dijo Luis Miguel Labardini, socio de la empresa consultora en energía Marcos y Asociados. “Si México tuvieras crudos como los que hay en Canadá, de arenas bituminosas, sí. A esos proyectos ya les va a pegar. Pero acá no. . . En general, las compañías petroleras al hacer la evaluación de un proyecto utilizan un precio muy conservador. Te puedo asegurar que no usan ni 100 ni 90 dólares”.
Labardini confía, primero, que los precios no bajen más de los niveles que han alcanzado recientemente y, segundo, que a esos niveles el país siga siendo atractivo para generar inversiones multimillonarias en la industria petrolera nacional.
Marcos y Asociados estima que México podría llegar a atraer hasta 50,000 millones de dólares al año en inversiones energéticas para 2020.
Una variable clave que podrá determinar si las inversiones que muchas compañías están planeando realizar en México se materializan o no será también si esta caída de los precios del crudo es temporal o permanente.
Si los precios del crudo no vuelven a repuntar y se mantienen en los niveles actuales, o incluso si caen más ciertos proyectos petroleros entrarían a una zona de mayor incertidumbre que podría posponerlos o incluso cancelarlos.
“Hay ciertos proyectos que son, tecnológicamente, más demandantes y que requieren mayor cantidad de capital”, dijo Carlos Solé, co-presidente para América Latina de la firma de abogados Baker Botts, con sede en Houston. La caída del precio “hace que las ventajas económicas de algunos campos, independientemente de done estén, sean menos viables”.
Un lugar en el que comienza ya a cuestionarse las economías de la exploración de ciertos pozos es Estados Unidos. De acuerdo a un reporte del banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, que dio a conocer el diario estadounidense The Wall Street Journal, los proyectos para extraer gas o crudo shale pierden viabilidad a un precio de 90 dólares o menos.
“Podría generarse una gran cantidad de dolor”, dijo al diario estadounidense, Phil Verleger, un economista especializado en la industria de la energía. “A medida que los precios caigan, verás a algunas compañías frenarse de forma dramática”.
Sin embargo, la zona estadounidense que podría verse más afectada por el descenso en el precio del crudo es la región llamada Bakken Shale en el estado de Dakota del Norte en donde algunos expertos ven un fuerte freno a los proyectos de exploración si el precio del crudo cae entre cuatro o cinco dólares más.
Al parecer las condiciones en el sur de Texas, en los campos Eagle Ford Shale y Permian Basin, donde también se están desarrollando diversos proyectos de exploración y extracción de gas y petróleo shale, existe un mayor margen de maniobra antes que la caída del precio del crudo golpeé las inversiones y los proyectos.
De acuerdo a ciertas estimaciones, estas regiones seguirán siendo rentables hasta que los precios del crudo bajen a niveles cercanos a los 53 dólares el barril.
Estas son buenas noticias para México dado que las formaciones de lutitas del país en la frontera con Texas tienen condiciones de costos muy similares a las de esos dos campos. Muchos expertos creen que, por lo tanto, los proyectos potenciales en esa zona del país seguirán adelante aun cuando se registre otro descenso en el precio del crudo.
“Se trata de México, es un mercado enorme y junto a Estados Unidos y la geología es muy similar”, dijo Solé.
La caída de los precios del petróleo se explica por que el planeta está hoy nadando en crudo. La demanda por petróleo y sus derivados no ha podido mantenerle el paso a una mayor oferta sobre todo por el enfriamiento que experimenta la economía china y la desaceleración económica de Europa, que tiene ya varios años de no poder dejar atrás tasas de crecimiento magras.
La creciente oferta de petróleo proviene además del incremento en la producción de crudo que ha registrado Estados Unidos en los últimos años. Desde 2011 a la fecha, la economía más grande del planeta ha podido producir trs millones de barriles diarios más de lo que producía antes.
En el caso de las inversiones esperadas en México, muchos no están aún preocupados por el descenso en los precios. Más bien para ellos el riesgo mayor está en que la implementación de los cambios legales que aprobaron los legisladores no esté a la par del reto que implican esos cambios, en cuanto a una adecuada implementación.
La transformación que está llevando a cabo México es de gran calado por lo que existen riesgos de que no se ejecute con la inteligencia, transparencia y efectividad necesaria.
Si bien hasta ahora, el gobierno ha dado muestras de estar tomando el cambio estructural con toda la seriedad que requiere, nombrando, por ejemplo, personas preparadas y con conocimientos técnicos para encargarse de aplicar los cambios, estos no está exento de poder enfrentar tropiezos.
“La variable más importante es que se hagan bien las cosas, si hay corrupción y burocracia ya nos llevó el tren”, dijo Labardini. “Yo tengo grandes esperanzas de que esto funcione bien en la Comisión Nacional de Hidrocarburos, [la agencia encargada de vigilar el proceso de apertura del sector petrolero nacional]. Pero más que el precio, ese es el reto”.
Eduardo García
*Las opiniones expresadas en este documento pertenecen únicamente al autor y no reflejan la posición u opinión de Intercam Grupo Financiero
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