BANXICO: 2X2

Por: Manuel Guzmán M.

Recientemente, la Junta de Gobierno de Banco de México se reunió y decidió mantener sin cambios la tasa de interés de referencia en 3%, como lo esperaba la mayor parte de los participantes en el mercado. Como en ocasiones anteriores, más allá de la tasa, lo que se esperaba con impaciencia era el tono del comunicado a la luz del cambio en el lenguaje utilizado por la Reserva Federal.

El Instituto Central señala en el comunicado dos factores que determinan el escenario económico de México y el mundo, y dos condicionantes para la modificación de la política monetaria del país.

En materia de crecimiento, se subraya en el comunicado que la economía mundial continúa presentando un comportamiento endeble, aunque la caída en los precios del petróleo podría brindar un apoyo positivo al crecimiento global, principalmente a las economías avanzadas.

Particularmente, se enfatiza que en Estados Unidos el dinamismo de la economía se moderó en los primeros meses del año como reflejo de factores transitorios pero también a causa de la apreciación generalizada del dólar, elemento que ha restado impulso a la economía estadounidense. A pesar de esta moderación, coyuntural y no estructural, el mercado laboral ha continuado su proceso de recuperación sin presionar las negociaciones salariales.

Gracias a estos elementos, la inflación en Estados Unidos se mantiene en un nivel muy por debajo del objetivo de la Reserva Federal, aunque las expectativas apuntan a que paulatinamente retomará una tendencia de alza gradual hacia el objetivo de 2%. En este sentido, la Fed ha reiterado que sus acciones futuras de política monetaria dependerán de la evolución de la actividad económica, del mercado laboral y de la inflación.

De esta forma, en la medida en que la inflación continúa siendo baja, y la actividad económica se ha desacelerado en el primer trimestre, el mercado ha cambiado de percepción con respecto al momento en el que dará inicio el incremento en las tasas de interés, de manera tal que ahora se espera que este momento se retrase con respecto al previsto anteriormente.

Este es uno de los aspectos torales que destaca el Banco Central. El segundo es que la actividad económica en México ha tenido un desempeño débil al arranque del año. Las exportaciones registraron un menor dinamismo al inicio del año como resultado de una moderación en el ritmo de crecimiento de la actividad manufacturera en Estados Unidos, al tiempo que continúa observándose una reducción en la plataforma de producción de petróleo en nuestro país, lo que ha impactado el desempeño de la producción industrial.

Simultáneamente, la inversión sigue presentando una recuperación moderada y los indicadores más relevantes relacionados con el consumo continúan mostrando un vigor modesto. En este entorno, Banco de México concluye que el balance de riesgos para el crecimiento del país se ha deteriorado.

Este menor dinamismo de la economía mexicana se ha traducido en una evolución favorable de la inflación, misma que se ubicó en 3% en febrero y 2.97%en la primera quincena de marzo. Un elemento importante que destaca la autoridad monetaria es que, hasta el momento, el efecto de la depreciación del peso frente al dólar se ha reflejado fundamentalmente en los precios de los bienes comerciables, sin haberse generado efectos de segundo orden.

El Instituto Central señala que la inflación general se mantendrá cerca de 3% en los siguientes meses y que cerrará el año ligeramente por debajo de dicho nivel, mientras que la inflación subyacente se anticipa que continuará por debajo de 3% durante todo el año. Para 2016, Banco de México espera que tanto la inflación general como la subyacente se mantengan en niveles cercanos a 3%.

Los riesgos que se podrían presentar para evolución proyectada de los precios son, al alza, la posibilidad de que la debilidad del peso impacte el desempeño de la inflación, y que eventualmente se presenten choques de oferta; a la baja, existe la posibilidad de que la actividad económica en el país tenga un dinamismo aún menor, así como caídas adicionales en los servicios de telecomunicaciones y de los energéticos. La conclusión de Banco de México es que el balance de riesgos para la inflación se mantiene sin cambios.

En cuanto a los dos elementos que el Instituto Central enfatiza como determinantes de la política monetaria son: el desempeño del tipo de cambio, y la postura relativa de la política monetaria de México versus Estados Unidos.

Efectivamente, Banco de México subraya que la economía mexicana está altamente integrada a la global, en particular a la de Estados Unidos, de manera tal que las acciones de política monetaria de ese país podrían tener repercusiones sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y sobre la dinámica de los precios en México.

En este marco, la Junta de Gobierno se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para el mediano y largo plazos, “pero particularmente, a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como al desempeño del tipo de cambio”.

Así las cosas, la conclusión a la que se puede llegar, como ya lo hemos comentado en este espacio, es que la política monetaria de Mexico se sincronizará con la de Estados Unidos, de manera tal que el diferencial cubierto de las tasas no se abra, evitándose de esta manera una salida de recursos que podría tener efectos altamente desfavorables sobre el tipo de cambio y la inflación.

Manuel Guzmán M. es Director Ejecutivo de Administración de Portafolios y Estrategia de Inversión de Intercam Grupo Financiero, maguzmanm@intercam.com.mx

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