Amanece el 2017
Ahora sí – año nuevo, vida nueva.
¿Qué dice análisis? Por: Patricia Berry
Después de las sorpresas del año pasado, y sabiendo lo que nos espera en este, definitivamente las cosas no serán igual.
Para la economía global, esperamos un año mejor y esta semana tuvimos la primera probadita. Los índices PMI de actividad en manufactura y servicios durante diciembre superaron las expectativas en la mayoría de los países.
Parece que Japón se está dando la vuelta, que China empieza a despertar, que Europa va cobrando fuerza, y que Estados Unidos se está acelerando, aun antes de que Trump entre en acción.
Este mejor panorama significa que los bancos centrales podrán respirar, aunque manteniendo el estímulo constante todavía para no restarle fuerza al dinamismo.
Estados Unidos, o más bien Trump, ha seguido acaparado la atención. El gabinete y el equipo de trabajo está prácticamente completo, aunque bastante lejos de lo que se esperaba, o deseaba. Está compuesto, principalmente, por empresarios multimillonarios y varios generales, que parecen compartir las posturas extremas de Trump, ya sea en contra de la inmigración, de los tratados comerciales vigentes, del acuerdo con Irán, o del beneficio de acercarse a Rusia. El equipo responsable del comercio de EU parece especialmente duro, y sobre todo con China.
Trump toma posesión hasta el 20 de enero, pero desde hace semanas ha estado definiendo sus reglas y su manera de hacer las cosas, y todo parece indicar que será un gobierno muy distinto a cualquier otro – Trump se comunica directamente con la población a través de Twitter, brincándose a la prensa; habla directo con los empresarios y llega hasta los consejos de administración para regañarlos y amenazarlos en público por los precios que le cobran al gobierno – Boeing y Lockheed – o por sus planes de inversión, si involucran operaciones en otro país – Carrier, Ford, GM, Honda.
También por Twitter, lo mismo discute con China sobre Taiwán, que con sus propias agencias de inteligencia para defender a Putin, que con algún periódico o cadena de televisión porque dijeron algo de él que no le gustó.
Cualquiera diría que está buscando a quién echarle bronca (corrió del campo de golf a un escritor que lo fue a felicitar cuando jugaba, porque escribió un libro sobre su vida sin halagarlo, y hasta sus compañeros de juego se fueron) y acumular más y más pleitos. Un bully hecho y derecho.
Mientras tanto, el nuevo congreso ya está en funciones y trabajan en las propuestas de la campaña: cómo reemplazar Obamacare, las opciones que existen para que no salgan más empleos de EU y mejoren sus acuerdos comerciales, y el plan fiscal para bajar impuestos e invertir en infraestructura, manteniendo el déficit del presupuesto lo más bajo posible.
En Europa todos han estado muy callados, probablemente considerando cómo enfrentar la nueva ola de populismo nacionalista y de derecha que se asoma por todos lados, en este año de elecciones generales en tantos países. A todos les asusta Trump, pero para los candidatos extremistas es una inspiración.
Y en México, mientras tanto, las cosas no van bien. El incremento en el precio de las gasolinas ha provocado reacciones de violencia que probablemente nadie se esperaba, y que dañan todavía más la percepción del país. Los regaños y amenazas de Trump a las empresas automotrices para que cancelen sus proyectos de inversión en México no han pasado por alto para el tipo de cambio. Y el nombramiento de Videgaray como Secretario de Relaciones Exteriores…pues sólo se explica porque conoció a Trump y lo invitó a visitar México.
En términos económicos, se espera que 2017 sea un año de mejor crecimiento, pero el grueso de las medidas de cambio tendrán efectos sólo hasta 2018. En términos políticos y geopolíticos, sin embargo, el panorama está mucho más nublado. Parecería que Trump enfrentará múltiples conflictos políticos internos, desde la confirmación por el senado de sus candidatos al gabinete, hasta la aprobación de las medidas que pretende implementar. Y, hacia afuera, el posible problema más próximo es lograr un acuerdo comercial con China que elimine el riesgo de una guerra comercial. No hay grandes novedades en esta primera semana del año, pero pensamos que esto no será lo normal en los siguientes meses. Será necesario mantenernos alerta y no confiarnos en ningún momento.
Indicadores
Las cifras económicas que se publican la primera semana de cada mes son de las más importantes. Los índices PMI de actividad en los sectores de manufactura y servicios resultaron más positivos que lo esperado en casi todos los casos, y alimentaron el espíritu más optimista que se siente últimamente con respecto a la economía global.
En Estados Unidos, el miércoles se publicó la minuta de la reunión del Fed de diciembre y quedó claro que no descartan la posibilidad de que las medidas de Trump aceleren el crecimiento más que lo esperado este año.
De ser así, el banco central tendría que responder subiendo la tasa más rápido. Y el viernes se publicó el siempre-importante reporte de empleo y resultó sólido. Se crearon menos empleos que los estimados, pero el salario por hora subió más que lo esperado.
Al final, fue una semana positiva de indicadores.
Mercados
Por días festivos de fin de año en distintos países, la operación más normal comenzó hasta el miércoles. Las tendencias al cierre de 2016 se mantuvieron sin cambio. El dólar, las tasas del Tesoro y las bolsas de Wall St. corrigieron ligeramente, pero terminaron arriba.
En respuesta a las amenazas de Trump a las automotrices que planeen invertir en México, el peso alcanzó un nuevo mínimo histórico en 21.619 y Banxico intervino dos veces vendiendo dólares.
Los siguientes eventos importantes para los mercados serán los resultados de las empresas del 4T16, que se esperan buenos, y la toma de posesión de Trump, que será el banderazo de salida para la divulgación de información más concreta sobre las nuevas políticas.
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