Patricia Berry: ¡Por fin, un acuerdo!

Harry Reid, líder del Senado y de la mayoría demócrata, acaba de anunciar que, junto con los senadores republicanos, han llegado a un acuerdo para reabrir el gobierno y aumentar el techo de endeudamiento.

La reacción en los mercados ha sido de verdadera fiesta desde que se supo que Reid haría un anuncio a las 12 del día.


Los senadores acordaron reabrir el gobierno y financiar su operación normal, además de pagar la nómina suspendida durante el cierre, hasta el 15 de enero. El techo de endeudamiento también se abre, y se autoriza al Tesoro a emitir deuda hasta el 7 de febrero. Los recortes al gasto y aumentos a impuestos forzosos que entraron en vigor en enero pasado se mantienen sin cambio.
Se disipó una inquietud importante en el Senado: Ted Cruz, senador republicano por Texas, declaró que no se podrá impedir el resultado de la votación sobre este acuerdo, así que no utilizará ninguno de los procedimientos del senado para obstaculizar o posponer la votación.
Y también desapareció una fuerte preocupación en la Cámara de Representantes: John Boehner, republicano y líder de toda la Cámara, aseguró que llevará la propuesta a votación, a pesar del capital político que pierde personalmente al no contar con suficientes votos republicanos para aprobarla, y tener que recurrir a votos demócratas.

El gran PERO es que todo es temporal

En los mercados, la reacción inmediata es una reactivación del apetito por activos de riesgo:
El dólar se ha fortalecido, y el peso en paralelo, como consecuencia de la disminución en la aversión al riesgo.
Las tasas de interés de los Treasury bills de corto plazo, las que presentaban alzas verticales por estar en mayor riesgo, se han venido desplomando desde hace un rato.
Los índices de Wall Street se disparan: el Dow, el S&P500 y el Nasdaq suben más de 1.25% contra el cierre de ayer.

Opinamos que…

Como escribimos hace un rato, la propuesta del Senado que se va a votar está prácticamente limpia de condiciones, como la quería Obama, pero sólo es un “peor es nada”. La resolución de continuidad financiará el funcionamiento del gobierno hasta el 15 de enero, y el Tesoro tendrá autorización para emitir deuda hasta el 7 de febrero. Como quien dice, se ponen al corriente en los pagos – sobre todo en la nómina de burócratas – que no se han hecho, pasan las fiestas de Halloween, Thanksgiving, Navidad-Hannuka y Año Nuevo en paz, esperando que la gente se olvide del cierre del gobierno y de la amenaza de default, y gaste bastante dinero, y en la segunda semana de enero regresan al ring.
Esto simplemente significa patear la pelota al año que entra: esperar que los legisladores y la Casa Blanca, durante la época de fiestas, continúen negociando y lleguen a un acuerdo sobre un presupuesto y un aumento permanente al techo de endeudamiento, antes de la primera mitad de enero. Pero el hecho es que las amenazas de otro cierre del gobierno y de un eventual default seguirán latentes.
No. A nosotros este entorno no nos da la confianza suficiente para tomar decisiones de inversión patrimoniales, que necesariamente son de mediano y largo plazos. Los políticos en realidad han demostrado ser impredecibles, y parece que se ignora que la economía se ha visto afectada negativamente por el cierre del gobierno y tanta incerticumbre, y la magnitud del daño no se conoce todavía. Finalmente, más pronto de lo que nos podemos imaginar, estaremos en enero y de nuevo sujetos a los políticos.
Seguimos sin sentirnos a gusto en el entorno actual de los mercados, y recomendamos no mover las carteras por ahora, sino mantener sólo 25% en acciones, sobre todo de Estados Unidos, 10% en bonos de México y 65% en efectivo, en pesos.

Facebook Comments