#AnálisisIntercam | Plan México: ambicioso y positivo, pero presenta retos importantes

 La Presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan México, que tiene como objetivo principal promover la inversión y el fortalecimiento del mercado nacional y regional, incrementar el valor agregado en proveedurías nacionales y cadenas globales para el periodo 2025 – 2030. 

 Las metas principales del Plan México son: 

A. Posicionar a México entre las 10 principales economías del mundo para 2024. 

B. Elevar la proporción de inversión con respecto al PIB por encima del 25% para 2026 y del 28% para 2030. 

C. Crear 1.5 millones de empleos adicionales en manufactura especializada y sectores estratégicos. 

D. Lograr que el 50% de la proveeduría y el consumo nacional sean de origen mexicano en sectores estratégicos. 

E. Alcanzar una cobertura del 85% en educación media superior para 2030. 

El plan propone modificar las cadenas de valor que se han construido en México, desarrollar la industria de PyMES y potencializar el crecimiento económico para lograr que se encuentre dentro de las diez economías más grandes del mundo. Para lograr esto, se tendría que cumplir un crecimiento mucho más acelerado que el que la economía mexicana ha presentado en el último sexenio, e inclusive en los últimos treinta años. Para que nuestro país se encuentre en esa posición tendría que superar a países desarrollados como Reino Unido, Italia, y a países emergentes como Turquía. 

En este sentido, el plan contempla metas muy ambiciosas, pues se necesita aumentar el gasto de inversión al 28% como proporción del PIB. Al cierre del 2023 se encontraba en 23.9%, y se tendría que alcanzar una inversión de 26% tan pronto como en el 2026. De materializarse, la economía podría crecer a un ritmo sostenido del 3.5%, ya que el detonante en materia economía es la inversión. Sin embargo, esa meta de crecimiento no ha sido cumplida desde hace más de tres décadas, en tanto el cumplimiento del plan en esta materia será complicado este año, ya que en términos de inversión se espera un retroceso. 

Adicionalmente, se quiere lograr generar 1.5 millones de empleos adicionales en manufactura, que actualmente representan cerca de 600 mil. Si bien el objetivo es alcanzable, resulta optimista, tan solo hay que recordar que el año pasado tan sólo se crearon 200 mil puestos de trabajo formales en toda la economía, mientras que nuestro país necesita más de un millón de empleos adicionales formales por año. La creación de empleo formal ha ido moderándose en los últimos años, posiblemente afectadas por el encarecimiento de los costos laborales. En ese sentido, para lograr aumentar estos dos primeros objetivos (inversión y empleo) la lógica detrás es a través de la sustitución de importaciones e incorporar un mayor contenido regional en las cadenas de valor para llevarla a 15% en sectores estratégicos. En la misma línea, el documento presenta un énfasis en la integración comercial con Norteamérica, lo que resulta interesante en la antesala de la revisión al TMEC en 2026. 

Un objetivo que puede ser un facilitador de la inversión es la creación de la agencia digital y la creación de una ventanilla única digital que espera reducir los tiempos para los negocios y en general los trámites relacionados con el gobierno. A la fecha una inversión tarda 2.6 años en ser aprobada y se planea reducirlo a uno. La digitalización permitirá una mejor coordinación entre las diferentes instancias de gobierno involucradas en los procesos de inversión, evitando duplicidad de esfuerzos y agilizando la toma de decisiones. Además se planea reducir el número de trámites en un 40% y la cantidad de requisitos en un 50%. El objetivo es pasar de 53 a 29 trámites para instalar una empresa en México, situación que puede contribuir para la formalización de los negocios. 

Otro de los temas medulares es el acceso al financiamiento de las PyMES no sólo a través de la banca de desarrollo sino también a través de la banca comercial. Y esto resulta indispensable para que exista movilidad en las empresas, pues la mayoría de ellas en especial las pequeñas, tienen un periodo de vida corto. En ese sentido, el acceso a financiamiento, y las reglas de factoraje pudieran otorgar ciertos incentivos para que mayores empresas de origen nacional se integren en las cadenas productivas. 

Un punto adicional que vale la pena destacar son los incentivos fiscales, pues en los siguientes días se espera la publicación de un decreto del Nearshoring que contempla la deducción inmediata de las inversiones incrementales dependiendo del sector. Aunque debemos conocer los detalles para evaluar el grado de incentivo, este decreto estará vigente hasta el 2030, lo que le da certeza a las nuevas inversiones. Sin embargo, algo que habrá que tomar con ciertas reservas es que este decreto puede ir en contra de la recaudación haciendo más compleja la situación de las finanzas públicas. 

En términos generales, es una estrategia bien planteada para hacerle frente a la llegada de Trump, y modificar la estructura de la integración de las cadenas de valor. El plan parece estar bien estructurado con un calendario definido. Entre enero y abril se llevarán a cabo acciones, como: 

● Creación de una mesa de seguimiento al avance de las inversiones privadas y los 100 parques industriales (a partir del 15 de enero). 

● Inicio del trabajo entre empresas, universidades y gobierno en proyectos estratégicos (6 al 15 de enero). 

● Publicación del Decreto de Relocalización para la depreciación acelerada de inversión en activos fijos (17 de enero). 

● Presentación de la Ventanilla Nacional Digital de Inversiones (17 de enero). 

● Relanzamiento de la marca “Hecho en México” (17-21 de febrero). 

● Creación de una red de colaboración para la formación técnica y curricular (17-21 de febrero) 

● Firma de un acuerdo entre el Banco de México, la Asociación de Bancos de México y el Gobierno Federal para incrementar el acceso al financiamiento para Pymes (18-19 de abril). 

● A partir de 2026, se espera que la inversión con respecto al PIB se mantenga por encima del 25%, y en 2030, por encima del 28%. Se espera que a lo largo del primer bimestre del año se publiquen diversos decretos, leyes y reglamentos que estimulen la inversión privada, tanto nacional como extranjera. 

Los sectores clave son: automotriz y autopartes, textil, agroindustria, aeroespacial, energético, químico y petroquímico entre otros. 

De los anteriores destacamos lo siguiente: 

Textil y calzado deben alcanzar un crecimiento del 5% anual en ventas y aumentar el contenido nacional en 50% en el producto terminado, con insumos mexicanos. Este punto resulta medular, ya que una buena parte de las importaciones que realizamos desde China son provenientes de este sector. 

El Plan México incluye diversos puntos clave para el sector energético y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajo un esquema de transición y sostenibilidad hacia 2030. Sus principales ejes se enfocan en: 1) generación de energía; 2) reducción de emisiones; 3) inversión pública y privada; 4) regulación y políticas energéticas; y 5) sostenibilidad ambiental. En primer lugar, el plan busca incrementar la participación de energías limpias, con una meta del 37.8% para 2024 y al menos un 54.0% para 2030. Esto se complementará con la expansión de la capacidad de generación, añadiendo 21,893 MW entre 2025 y 2030, además, se estima que la cogeneración verde representará un 30% bajo la regulación vigente. Se priorizará el fortalecimiento de la participación estatal en el sector, asegurando un aporte del 53.4% mediante esquemas mixtos de inversión en infraestructura energética. Esto incluye una inversión de 12,200 millones de dólares (mdd) para la construcción de centrales eléctricas, 7,500 mdd para la red de distribución, y recursos adicionales en generación y transmisión para alcanzar hasta el 45% de energía limpia. Falta conocer la reglamentación secundaria, pero parece hacer un énfasis en sostenibilidad y una mayor participación estatal, acompañado de incentivos para la inversión privada en áreas clave del sector energético. 

● En el sector de Química y Petroquímica, el plan considera diversas acciones para incrementar la producción de petroquímicos, a través de Pemex pero también en conjunto con la inversión privada. Se plantean las siguientes metas: crecimiento anual de 10% a partir del tercer año, duplicar la inversión privada en la industria, reactivar la capacidad de producción de los complejos petroquímicos Morelos y Cangrejera para derivados del etano, sustituir 14 mil mdd de importaciones. Dentro de las acciones, se menciona la imposición de aranceles a productos cuya importación ha incrementado en más de 100% en los últimos dos años, además del fortalecimiento de la inversión privada en conjunto con Pemex, sin dar mayores detalles al respecto. 

Agroindustria contempla diversas acciones, las cuales podemos clasificarlas en 1) acciones del gobierno que contempla el relanzamiento de Maíz por México y la tecnificación de al menos 200 mil hectáreas de riego, 2) denominaciones de origen para marcas, 3) desarrollo de mercado y 4) un plan especial para Campeche y Tabasco. El Plan México para la agroindustria pensamos que va encaminado en la dirección correcta, sin embargo falta conocer los montos destinados a este proyecto. Sobre todo porque el relanzamiento del Maíz por México busca dar protección a la variación del precio internacional y del tipo de cambio, lo cual debe estar presupuestado para evitar desbalances presupuestarios. 

Autopartes y automotriz el plan busca duplicar la proveeduría local en la fabricación de equipos OEM, ODM y CMO. Asimismo, tiene como objetivo reducir en 10% la dependencia de insumos importados mediante el desarrollo de proveedores nacionales de componentes críticos como sensores, actuadores, controladores inteligentes y baterías, esenciales para vehículos eléctricos. A la par, se establece como meta duplicar el valor de las exportaciones del sector de semiconductores. Este objetivo se complementa con la atracción de 10,000 mdd en operaciones relocalizadas (ATP), aprovechando la posición estratégica de México en la cadena global de valor. 

Automotriz y electromovilidad destaca el objetivo de aumentar en un 10% la producción de vehículos para el consumo nacional, con énfasis en fortalecer el contenido nacional. Este último se busca incrementar en un 15% mediante la sustitución de importaciones de componentes electrónicos para vehículos, así como la expansión de la producción de autopartes de aluminio y celdas de baterías para vehículos eléctricos. Además, se contemplan proyectos clave como el diseño y ensamblaje 100% en México de un auto eléctrico de acceso popular bajo el nombre “Olinia”. 

La presentación del Plan México resulta una señal positiva, no solo en términos económicos, también en el ámbito político tanto interno como externo. Muestra una clara directriz del planteamiento para México. Dada la enorme limitante de los recursos públicos, el plan básicamente estará desarrollado e impulsado por la inversión privada tanto nacional como extranjera, y en algunos casos de la mano con el gobierno

Este plan muestra un acercamiento con la inversión y la necesidad de crear puentes entre lo público y lo privado. Sin embargo, parece contradictorio, porque la agenda llevada a cabo desde septiembre del año anterior, en términos de reformas constitucionales no pareciera que ha tenido un buen recibimiento por parte de la clase empresarial y han sido puestas en tela de juicio por el sector privado y por algunos analistas. Adicionalmente, en los proyectos públicos la falta de claridad en el financiamiento levanta ciertas interrogantes. 

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