Nearshoring: Cómo vamos mes a mes | Boletín Mensual | No. 9

En julio de 2024, el saldo de la balanza comercial de México registró un ligero déficit por apenas 72 mdd, que se compara con un déficit de 645 mdd en el mismo mes del año pasado. De esta forma, en los primeros siete meses del año, la balanza comercial presentó un déficit de 5,570 mdd, saldo que se compara con el déficit de 7,150 mdd en el mismo periodo del año anterior.

En el séptimo mes del 2024 observamos un incremento en las exportaciones, que presentaron una expansión anual de 14.7%, reflejo de un aumento de 16.2% en las exportaciones no petroleras y una reducción de -10.2% en las petroleras. Al interior de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a EE.UU. avanzaron en 18.0% a tasa anual y las canalizadas al resto del mundo en 7.1%. Por tipo de mercancía, las exportaciones de productos manufacturados aumentaron en 15.9% derivado de aumentos en las exportaciones maquinaria y equipo especial para industrias diversas (53.2%), productos de minerometalurgia (28.5%), equipo y aparatos eléctricos y electrónicos (15.3%), alimentos, bebidas y tabaco (10.6%) y productos automotrices (7.2%). A su vez, el avance anual de las exportaciones automotrices fue resultado de un alza de 8.3% en las ventas a EE.UU. y de un incremento de 2.0% en las dirigidas al resto del mundo. Así, en los primero siete meses de 2024, el valor de las exportaciones totales sumó 354,176 mdd, lo que significó un crecimiento anual de 4.3%. En este mismo periodo de tiempo, la estructura del valor de las exportaciones de mercancías fue la siguiente: bienes manufacturados 89.2%, productos petroleros 4.9%, bienes agropecuarios 4.2% y productos extractivos no petroleros 1.7%.

En cuanto a las importaciones, estas registraron una lectura positiva de 13.3% a/a en julio de 2024. Este resultado se derivó de un avance de 15.9% en las importaciones no petroleras y un retroceso de -15.6% en las petroleras. Por tipo de bien, las importaciones de bienes de consumo aumentaron en 16.5% a/a como resultado de un alza de 30.4% en las importaciones de bienes de consumo no petroleros y de un retroceso de -38.3% en las de bienes de consumo petroleros (gasolina y gas butano y propano). Por su parte, los bienes de uso intermedio crecieron en 13.3% respecto al mismo mes del año anterior, ante un aumento de 14.6% en las importaciones no petroleras y de una reducción de -3.7% en las petroleras. En lo que corresponde a las importaciones de bienes de capital, estas alcanzaron los 5,213 mdd, lo cual implicó un incremento anual de 8.7% respecto a julio del 2023. En el periodo enero-julio del 2024, el valor acumulado de las importaciones totales fue de 359,745 mdd (+3.8% vs mismo periodo del 2023) y su distribución fue la siguiente: bienes de uso intermedio 75.5%, bienes de consumo 14.5% y bienes de capital 10.0%.

Caen las nuevas inversiones de IED en EE.UU. en 2023, sobre todo en manufactura

En un reporte de investigación de fDi intelligence, empresa dedicada al análisis de inversión extranjera directa global, encontraron que las nuevas inversiones en manufactura en la principal economía del mundo, se desaceleraron a mínimos desde que se tienen registros del 2014, a pesar de que se esperaba una llegada importante de flujos.

En este sentido, el reporte de fDi calcula, con información del Buró de Análisis Económico (BEA), que la nueva inversión extranjera en manufactura se ubicó en 42.9 billones de dólares en 2023, después de que en 2022 se captaron 63.9 billones y en 2021 un total 123 billones, mostrando una clara tendencia a la baja. La caída se considera inusual, si se toma en cuenta que el gobierno de EE.UU. impulsó dos programas para atraer inversión extranjera directa: 1) el Inflation Reduction Act  (IRA) y 2) el Chips and Science Act (CSA). Ambos programas acumulaban estímulos a la inversión por un total de 400 billones de dólares en créditos fiscales, préstamos y ayudas a empresas. Con estos estímulos, Goldman Sachs estimó que la llegada de IED podría ser cercana a 1.2 trillones de dólares en 2023.

Tras la publicación del IRA y el CSA, se observaron anuncios de Inversión Extranjera Directa importantes para la mayor economía del mundo, sin embargo, los datos oficiales revelaron que esto no se materializó.

Adicionalmente, fDi explicó que para poder obtener los recursos del IRA y el CSA los requerimientos eran extensos, lo cual desincentivo a varias empresas que buscaban estos subsidios. Por ejemplo, el CSA se introdujo en julio del 2021 y fue pasada como ley hasta agosto del 2022. Y anecdóticamente tardó 16 meses más en ser aprobada para una empresa de Reino Unido con operaciones en New Hampshire. Esto revela que a pesar de los anuncios, las empresas no pudieron hacer más que estar interesadas, pues no existían leyes a seguir. En la misma línea, otros cuellos de botella que se comenta que pudieron contribuir a la baja en la IED son la escasez de trabajadores en la construcción, el encarecimiento y escasez del capital, las preocupaciones de una recesión en EE.UU. y las elecciones presidenciales.

Al final concluyen que la baja en las nuevas inversiones, no es un fenómeno único a la manufactura, pues las nuevas inversiones de IED totales para 2023 fueron por un monto de 175.9 billones de dólares, un 40% menos contra el flujo observado en 2022 en 294 billones, también según datos del BEA.

Balanza comercial global CPB

En un seguimiento del indicador de comercio internacional World Trade Monitor (WTM) de la Oficina de Análisis de Política Económica de los Países Bajos (CPB), podemos observar que el comercio mexicano se ha movido en línea con las tendencias económicas a nivel global. En este sentido, la desaceleración del comercio mexicano que se observó desde 2023 podría responder en parte al dinamismo internacional. Así, en los últimos meses observamos un repunte en el comercio internacional, lo cual podría significar un impulso para nuestro país en los próximos meses.

En su publicación más reciente, el WTM señala que el comercio internacional creció 0.7% m/m en junio, acorde a cifras con ajuste estacional, y revirtiendo la caída de mayo -0.3% m/m. De esta forma podemos observar mejoría en las tendencias globales de comercio al cierre del segundo trimestre del año. Esto también lo pudimos observar en nuestro país donde si bien se mantiene débil, existe una mejoría respecto al inicio de año.

En un análisis por región, podemos observar que tanto por el lado de las exportaciones como de las importaciones, las principales economías del mundo recuperaron rápidamente el dinamismo perdido durante la pandemia. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del 2022, la inercia en el comercio internacional se ha ido diluyendo. En este sentido, podemos observar una clara tendencia a la baja de China con crecimientos por debajo del resto de los mercados en nuestra muestra. Con respecto a diciembre de 2019, el gigante asiático ha crecido en 5.9% en sus exportaciones (vs 16.6% global) y 11.6% en sus importaciones (19.6% global). Por otro lado, el mercado más grande del mundo, Estados Unidos, se encuentra muy en línea con las tendencias de comercio global aunque con un mayor desempeño en cuanto a las exportaciones (20.8%).

Cabe destacar que entre diciembre de 2019 y junio de 2024, el comercio en Latinoamérica es el que más ha crecido en comparación con los mercados de la Eurozona, China y EE.UU. Esto derivado de la reconfiguración en los patrones de comercio global que se dio luego de la pandemia, repuntes en los precios de las materias primas y la guerra comercial entre EE.UU. y China. En este sentido, en el mercado latinoamericano ha crecido en volúmenes de exportaciones en +24.7%; al tiempo que en volumen de importaciones ha crecido en 24.8%.

Reflexiones sobre el Nearshoring

Es una realidad que la IED en México ha alcanzado máximos históricos, sin embargo recientemente se ha argüido que, derivado de que las nuevas inversiones no muestran un comportamiento positivo, el fenómeno del nearshoring no resulta evidenciable. Ello, pese a que las nuevas inversiones contabilizadas en la IED han disminuido en prácticamente todo el mundo e incluso en EE.UU. Hay que recordar que parte del nearshoring resulta de la necesidad de disminuir la exposición al riesgo de China del principal mercado del mundo.

Expertos en la materia, han señalado que la mejor manera de evidenciar la tendencia de relocalización de las cadenas productivas no es a través de los datos de IED, pues suelen tener cierto sesgo y limitaciones en su interpretación. Posiblemente la mejor manera de mostrar la conveniencia de México frente a la relocalización de cadenas productivas, acabe siendo la evaluación de las importaciones de Estados Unidos y como se han modificado para cada uno de los socios comerciales que tiene, pues es un mercado altamente competido.

Resulta indiscutible que México se ha convertido en el principal socio comercial de Estados Unidos pues la participación en las importaciones totales de dicho país, ha venido creciendo significativamente. Las importaciones que realiza Estados Unidos desde México representan el 15.7% de enero a julio de 2024, cuando del promedio del 2014-2018 representaron el 13.2%, desplazando a China y a Canadá. En ese lapso de tiempo México ha ganado 2.5 puntos de participación de mercado.

En conclusión, aunque las cifras de IED apuntan a que no ha existido un incremento sustancial en la capacidad instalada, puesto que el 97% de la IED en el primer semestre del 2024 corresponde a reinversión de utilidades, se ha logrado un importante aumento en la participación del comercio que realiza México a Estados Unidos. En este sentido, es innegable el avance del nearshoring, aunque por supuesto hay retos que atender y que abordamos en el siguiente capítulo.

Retos para el nearshoring – IMCO

En un reciente estudio sobre la política industrial que llevó a cabo el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), recapituló que nuestro país instrumentó fuertes políticas industriales durante el modelo de sustitución de importaciones (1942-1980), para apoyar a una industria naciente y que pudiera competir contra el resto del mundo eventualmente, sin embargo dicho modelo fue insuficiente y generó distorsiones que terminaron por abandonarlo, al tiempo que el mundo comenzaba a integrarse cada vez más en un mayor comercio internacional. México no fue la excepción, se unió al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) en 1986 y posteriormente firmó un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá en 1994. Desde entonces México se ha integrado cada vez más al comercio mundial y actualmente cuenta con 14 tratados comerciales con 50 países, además 30 acuerdos para Inversiones (APPRI).  En este sentido, el primer mensaje del IMCO es reconocer que el país sustituyó las políticas industriales por políticas comerciales durante buena parte de la época reciente.

En este tenor, no es sorpresa que aquellos estados con mayor vocación exportadora, también fueron aquellos con mayor captación de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). En este último punto, el IMCO estima que los seis estados que tienen frontera con EE.UU. captaron el 52.5% de los flujos de IED del país el año pasado. Adicionalmente, el Instituto analiza porque la mayor exportación no se tradujo en un mayor crecimiento económico nacional, encontrando que el componente de bienes importados, al interior de las exportaciones, ha ido creciendo en el tiempo, lo que deja dos lecciones: 1) a pesar de que las exportaciones se incrementaron, la participación de empresas locales, con respecto a las extranjeras, ha caído en el tiempo en buena parte de las industrias manufactureras y 2) México es una economía que importa bienes intermedios para enviar al resto del mundo bienes finales, es decir somos un Hub manufacturero. En suma, el segundo mensaje que señala el IMCO es que una política comercial, sin la industrial, no se traduce en crecimiento.

Por último, las recomendaciones del IMCO no deben echarse en saco roto y la administración entrante tiene una gran labor con respecto a temas de nearshoring y de política industrial que cumplan con lo siguiente: i) incentivar a empresas extranjeras a participar en la fabricación de bienes intermedios en nuestro país, sin caer en un modelo de sustitución de importaciones y donde se dejen de lado conceptos como las ventajas comparativas; ii) fomentar o crear condiciones para que las empresas nacionales participen activamente en las cadenas de valor globales para la exportación; iii) atraer nuevos ecosistemas, tal es el caso de los centros de datos que se han anunciado recientemente en Querétaro.

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