Depreciación Controlada

Manuel Guzmán M.

El pasado 11 de marzo, la Comisión de Cambios (CC) anunció nuevas medidas preventivas para proveer de liquidez al mercado cambiario y hacer frente a las presiones que se habían registrado recientemente y que amenazaban con afectar el funcionamiento ordenado del mercado de cambios.

En el comunicado, la CC señala que frente a la volatilidad observada en el tipo de cambio, se tomó la decisión de reducir el ritmo de acumulación de las reservas internacionales de Banco de México durante los siguientes tres meses, destinando estos recursos al mercado cambiario.

De acuerdo con información dada a conocer por diferentes funcionarios de Hacienda y Banco de México, la programación financiera arroja una acumulación de reservas internacionales para los siguientes doce meses cercana a los 12,500 md, de manera tal que si se asume que la reducción en el ritmo de acumulación fuera de 25%, esto indicaría que la CC estaría inyectando al mercado cambiario 3,125 md en el periodo que abarca del 11 de marzo al 8 de junio.

De acuerdo con las reglas operativas dadas a conocer por la CC, a lo largo de estos tres meses Banco de México ofrecerá dirimente 52 md mediante subastas sin precio mínimo, destacando que al finalizar el periodo establecido, la CC evaluará la pertinencia de extender este mecanismo.

Es importante señalar que esta subasta sin precio mínimo es adicional al mecanismo anunciado por la CC el pasado 8 de diciembre de 2014 que consiste en subastas diarias por 200 md a un tipo de cambio mínimo equivalente al tipo de cambio Fix del día hábil anterior más 1.5%. Este mecanismo que convivirá de manera paralela a la subasta sin precio mínimo ha sido utilizado solo en dos ocasiones desde el pasado 8 de diciembre, habiéndose inyecto al mercado cambiario por esta vía 400 md.

La decisión de la CC tiene varias aristas que vale la pena analizar para entender cabalmente el objetivo de la misma. Uno de los temas más relevantes es que el peso había entrado en una dinámica de deterioro que quizá iba más allá de la depreciación observada por el resto de las monedas del mundo, y que se venía presentando en el marco de la incertidumbre causada por el proceso de normalización de la política monetaria de los Estados Unidos.

Es decir, el inminente inicio del ciclo de alza en las tasas de interés por parte de la Fed ha dado lugar a presiones en los mercados cambiarios internacionales toda vez que mayores tasas de interés en la economía más grande del mundo seguramente se verá reflejado en el reacomodo de flujos de capitales que necesariamente impactará la cotización de las monedeas de aquellos países que mayormente registren salidas de capital.

Este proceso, por definición, implica la adopción de medidas de política monetaria y cambiaria en los países de donde saldrán los recursos, sin embargo, en el caso de México es probable que parte de la depreciación registrada por el peso, hubiera tenido un componente de especulación, que de no contenerse hubiera crecido hasta llevar al tipo de cambio a niveles inconsistentes con el proceso global de aversión al riesgo.

De esta forma, la acción de Banco de México fue, sin lugar a dudas, acertada y oportuna, toda vez que se envía un mensaje inequívoco de que el Instituto Central cuenta con recursos suficientes y con toda la disposición de enfrentar movimientos indeseados en la cotización del peso. Quienes apostaron en contra del peso y participaron en el mercado cambiario esperando obtener ganancias de un peso más débil, hoy ya registran pérdidas importantes ante la apreciación que se observó después de las medidas anunciadas por la CC.

Vale la pena recordar que en 2009 el tipo de cambio se presionó hasta alcanzar cotizaciones de 15.5 pd. Efectivamente, si bien es cierto en los primeros meses de 2009 la mayoría de las monedas emergentes se vieron presionadas, el peso mexicano alcanzó cotizaciones extremadamente altas, lo que dejaba entrever la existencia de operaciones desordenadas en el mercado cambiario.

Algunos elementos fundamentales permiten observar lo irracional de la cotización del tipo de cambio en febrero de 2009. Las reservas internacionales se ubicaron en cerca de 80 mmd en el primer trimestre de 2009, a lo que se sumaba la Línea de Swaps que extendió la Reserva Federal a Banco de México por 30 mmd así como un préstamo por 47 mmd que el FMI autorizó a Banco de México el 17 de abril de ese mismo año, lo que implicaba un total de 160 mmd que potencialmente pudieron haber sido utilizados por la autoridad financiera.

En este marco, Banco de México estableció un mecanismo de subasta de dólares por un monto de 100 md diarios a partir del 9 de marzo de 2009, lo que permitió reducir la volatilidad y coadyuvar al fortalecimiento del peso hasta llevarlo a cotizaciones de 13.03 pd el 16 de abril, una apreciación de 16% en poco más de un mes. Quien se puso en contra del peso registró, sin dudas, una pérdida importante.

Ahora las cosas son diferentes en el sentido de que las reservas internacionales son significativamente superiores, lo que habla de la solides del sector externo. Las reservas ascienden actualmente a 195 mmd, a las que habría que sumarle la Línea de Crédito Flexible del FMI por 70 mmd, con lo cual Banco de México ahora cuenta con 265 mmd en recursos que pueden ser utilizados en caso de observarse movimientos desordenados en el mercado cambiario.

Lo importante de la medida dada a conocer el pasado 11 de marzo es que Banco de México mandó una señal clara de que cuenta con una enorme cantidad de recursos que está dispuesto a utilizar en caso de ser necesario. Este mensaje, sin duda, incrementa sustancialmente el riesgo de desafiar al peso.

Es importante destacar que el Instituto Central no busca con estas medidas alcanzar una cotización particular del peso sino evitar movimientos desordenados en el mercado cambiario que pudieran alimentar un ataque especulativo que diera a su vez origen a un escalamiento irracional de la moneda. Por lo pronto, quienes retaron al peso registran ya una pérdida de 8%.

Manuel Guzmán M. es Director Ejecutivo de Administración de Portafolios y Estrategia de Inversión de Intercam Grupo Financiero, maguzmanm@intercam.com.mx

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