Antes, durante y después del 2º debate presidencial

De Análisis: Elección Estados Unidos. Por: Patricia Berry

Antes, durante y después del 2º debate presidencial

Viernes, oct 7, 2016

El domingo 9 se llevará a cabo el 2º debate entre Clinton y Trump en la ciudad de St Louis. Muchos están nerviosos porque consideran que Trump debe haber aprendido del primero y ahora es el momento de su venganza. Pero no está tan fácil porque el debate será diferente. El formato del domingo será de “Town-hall meeting”, que consiste en un auditorio con una plataforma en la que estarán de pie los dos candidatos, sin pódium, y el moderador sentado en una mesa. El auditorio estará formado por gente común y corriente de la localidad y ellos harán las preguntas. El moderador sólo dará la palabra.

Se trata de un formato más difícil porque las preguntas, viniendo de la población y no de un profesional como el del primer debate, serán más sobre detalles, medidas y acciones concretas para solucionar los problemas que enfrentan todos los días, y no tanto sobre políticas nacionales. Los expertos piensan que para Trump será difícil contestar adecuadamente. Nunca ha estado en un debate como estos y su tendencia es a generalizar sobre unos cuantos temas y, más que otra cosa, hablar de los defectos de Clinton. Hillary, en cambio, sí tiene experiencia en estos foros, y también respuestas a este tipo de preguntas porque sólo tiene que hablar de lo que ha hecho Obama y cómo mejorarlo.

Apenas esta tarde surgió otra noticia escandalosa de Trump. Se dio a conocer la grabación de una conversación en 2005 de Trump con Billy Bush, un personaje de espectáculos, en la que Trump, ya casado con Melania, se refiere a mujeres y sus relaciones con ellas con un lenguaje totalmente vulgar y ofensivo. Al mismo tiempo, también se filtraron más e-mails de Clinton y algunos discursos que dio ante banqueros, pero esta información no parece tan jugosa como la de Trump.

Lo más probable que el peso se fortalezca o por lo menos se mantenga firme después del debate.

Sábado, oct 8, 2016

Los efectos de la grabación de Trump dada a conocer ayer han sido los de una serie de bombas nucleares que no dejan de explotar – han sido devastadores para la campaña de Trump y para el Partido Republicano. Cada vez son más los legisladores, líderes y autoridades republicanos que le retiran su apoyo y se deslindan públicamente de Trump, empezando por Paul Ryan, el líder de la Cámara de Representantes, y por ahora el virtual líder máximo del partido. También de suma importancia, su pareja para vicepresidente, Mike Pence, emitió un comunicado condenando su comportamiento y su actitud hacia las mujeres, y explicando que esta vez no lo puede defender, y que espera que mañana en el debate muestre lo que realmente tiene en el corazón. Hasta Melania Trump sacó un comunicado de prensa expresando su decepción, pero perdonándolo y pidiendo lo mismo de la población.

Desde anoche, Trump declaró en TV que está arrepentido de lo que hizo hace 11 años y pidió una disculpa, pero no ha sido suficiente más que para sus seguidores más cercanos. Pero cada vez son más las voces que le piden que se retire de la contienda para que el partido pueda nombrar a otro candidato. Por supuesto, Trump ha contestado que NO, que él seguirá siendo el candidato republicano al 100%. Se trata de una verdadera avalancha de republicanos en contra de Trump y su candidatura, porque la destrucción del partido mismo está en juego.

Mientras tanto, ningún demócrata se ha acercado a los micrófonos y Hillary sólo ha dicho que por ahora no tiene comentarios y que se está preparando para el debate de mañana.

A estas alturas, parece que todo puede suceder – desde que las cosas sigan adelante, hasta que el día de la elección sólo haya un candidato por quien votar, o que el candidato republicano sea otro.

Como sea, el deterioro de la posición de Trump es positiva para el peso y probablemente se fortalezca en lunes.

Domingo, oct 9, 2016

Todos los noticieros dominicales siguieron cubriendo el escándalo de Trump. Parece que la elección se ha reducido a decidir si los votantes piensan que Trump es una persona digna de ser presidente o no. El éxodo de republicanos continúa, con el deslinde de más y más legisladores que buscan proteger sus posibilidades de reelección.

En las discusiones sobre lo que pudieran hacer para sustituir a Trump se concluye que nada porque las votaciones tempranas ya comenzaron en varios estados, con Trump en las boletas. Además, los demócratas se niegan a considerar algo drástico como cancelar esas votaciones – lo último que quieren es que los republicanos pusieran a alguien como Mitt Romney o Paul Ryan como nuevo candidato, porque cualquiera de ellos sí podría ganarle a Hillary.

El caso es que todos estaban esperando una disculpa sincera de Trump y lo que hizo media hora antes del debate fue convocar a conferencia de prensa y juntar a 4 mujeres que acusaron a Bill Clinton de acoso y violación, y a Hillary de amenazarlas si hablaban de su marido. Encima, llevó a estas mujeres al lugar del debate y las sentó en primera fila, con la clara intención de sacar de onda a Hillary, y de avergonzar a Bill Clinton, también presente en el evento.

Empezó el debate y Trump y Hillary no se saludaron. Contestaron las preguntas del auditorio y de los moderadores, pero el tema de la vulgar grabación de Trump estuvo presente todo el tiempo. El nivel de agresión se elevó, comparado con el primer debate, y esta vez Hillary no se pudo mantener tan serena, mientras que Trump mejoró su actuación – se vio más seguro y menos exasperado, y llegó un momento en el que amenazó a Hillary con meterla a la cárcel si gana la presidencia. De cualquier manera, las respuestas de Hillary sobre las políticas y temas nacionales siguieron mostrando su experiencia y conocimiento, y otra vez fue evidente la ignorancia de Trump.

Al final, todos los comentaristas coincidieron en que Trump tuvo un desempeño mejor que lo esperado, especialmente dadas las circunstancias. La encuesta de CNN al final del debate le dio la victoria a Hillary por 57% contra 34% de Trump y 9% de empate. 34% no estuvo mal para un candidato que se daba por perdido al inicio del evento.

Aún falta otro debate el 19 de octubre, pero ya es bastante claro que Trump no tiene manera de ganar. El Partido Republicano de plano ya decidió volcar todo su esfuerzo y dinero en las campañas de los senadores y representantes, esperando, por lo menos, no perder la mayoría en ambas cámaras.

Los mercados reaccionaron muy positivamente, sobre todo el peso mexicano, porque a Hillary ya la conocen y no se esperan mayores cambios.

Rick T. Wilking/Pool via AP Photo

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